En su Informe de Perspectivas de Empleo 2016, el organismo advierte de los riesgos del elevado porcentaje de contratos temporales y de jóvenes que ni estudian ni trabajan. El mercado laboral español ha mejorado en los últimos dos años, sin embargo, la alta temporalidad de los nuevos contratos, así como el elevado porcentaje de jóvenes de entre 15 y 29 que no trabajan ni estudian suponen un riesgo. Así lo señala la OCDE en su Informe de Perspectivas de Empleo 2016 publicado este jueves.
En el documento, el organismo destaca la recuperación “de manera continuada” del empleo en nuestro país desde 2014 y subraya que la reforma laboral aprobada en 2012 ha incrementado en un 45% la proporción de contratos indefinidos. Pero considera que no ha sido suficiente, pues la gran mayoría de nuevos empleos aún son temporales. La consecuencia de este panorama es que, actualmente, uno de cada puestos de trabajo en España responde a un contrato temporal.
La OCDE aconseja al respecto poner en marcha una serie de “reformas adicionales” para reducir la brecha en los costos de extinción que existe entre contratos indefinidos y contratos temporales.
Asimismo, el organismo vuelve a alertar sobre los parados de larga duración, aquellos que llevan sin trabajar un año o más. En España suponen más de la mitad de los desempleados, muy por encima del promedio de la OCDE del 34%.
También pone el foco en los denominados ‘ni-nis’ y señala los riesgos del alto porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan: un 12,9%. Se trata de uno de los niveles más altos de los países que conforman la OCDE, cuya media se sitúa alrededor del 5%.
En este sentido, el organismo pone de relevancia que más del 50% de ellos no terminaron la educación secundaria y que más de un tercio de los jóvenes españoles que no tienen empleo y no se están formando viven en hogares en los que ningún familiar trabaja.
Por ello, exige a las autoridades españolas “políticas efectivas” para que puedan reconectarse en el mercado laboral y evitar la marginación, destaca Efe.
Pero la OCDE también muestra su optimismo respecto al mercado laboral español y la reducción de las cifras de paro. Estima que para finales de 2017, la tasa de desempleo podría bajar hasta el 17,5%, desde el 21% actual.
