El consejero delegado de la gasista, Rafael Villaseca, ha descartado una fusión de Gas Natural y Repsol. Aunque aún no ha definido su proyecto estratégico para el período 2016-2018, cuya presentación se retrasará hasta el segundo trimestre, Gas Natural ha pronosticado inversiones de unos 2.000 millones para este año. Estas cantidades irán destinadas en cuanto al negocio gasista al desarrollo de nuevas redes en España, así como a la continuación de los proyectos que la empresa tiene en México, Perú, Colombia y, especialmente, Chile.
En concreto, el consejero delegado de la compañía, Rafael Villaseca, ha adelantado que pretenden llegar a las 300.000 nuevas redes de suministro en nuestro país en 2016, lo que se justifica principalmente por la reciente adquisición a Repsol de parte de su negocio de negocio de gas canalizado.
En cuanto al negocio eléctrico, la intención de Gas Natural es continuar con las inversiones de los últimos ejercicios, así como seguir apostando por las renovables, en el caso de que se den buenas condiciones para ello.
Aún así, Villaseca ha asegurado que el 2016, un año “retador” debido al descenso de los precios de las materias primas y al descenso del consumo eléctrico es España, la empresa se centrará el en crecimiento orgánico.
Para conocer con mayor profundidad la ‘hoja de ruta’ de Gas Natural para los próximos tres años, habrá que esperar al mes de mayo, pues según ha apuntado Villaseca, no será hasta el segundo trimestre cuando la gasista de a conocer su plan estratégico hasta 2018. El retraso se debe, según el consejero delegado, a la actual volatilidad que están sufriendo los precios energéticos.
Tampoco se conocerá hasta entonces si seguirá la tendencia de crecimiento en el dividendo. La compañía gasista ha alcanzado a cierre de 2015 un beneficio de 1.502 millones de euros, de los que destinará 933 millones a retribuir a sus accionistas, lo que supone una mejora del 2,7%.
Por otro lado, Villaseca ha asegurado “desconocer” cualquier proyecto de fusión con Repsol, así como el futuro de la participación del 30% que la compañía de Antonio Brufau mantiene sobre la gasista.
