La inflación subyacente, que no incluye alimentos ni carburantes, se sitúa más de un punto por encima del IPC, en el 0,7%. El índice de precios de consumo (IPC) redujo en cinco décimas su tasa interanual en el mes de agosto, hasta situarse en el -0,4%, debido al abaratamiento en la factura de la luz y en los precios de los carburantes, según las cifras que ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE). En tasa mensual, la bajada fue de un 0,3%.
Según ha explicado el INE, detrás de la caída del IPC se situó el componente transporte, que disminuyó su tasa casi dos puntos hasta el –5,4% debido, en su mayoría, a la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, mayor este mes que en agosto de 2014.
También influyeron los precios de la vivienda, cuya variación se situó en el –1,9%, casi dos puntos por debajo de la del mes anterior a causa, principalmente, del descenso de los precios de la electricidad, frente a la subida registrada el pasado año. El INE destaca también en este grupo, aunque en menor medida, la bajada de los precios del gasóleo para calefacción, mayor que la del año pasado.
En el lado opuesto, el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas subió cinco décimas hasta situarse en el 1,9%. Destacó en esta evolución el aumento de los precios de las legumbres y hortalizas frescas y, en menor medida, de los aceites, que bajaron en 2014.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó una décima, hasta el 0,7%, situándose de este modo más de un punto por encima de la del IPC general.
