Las políticas de Draghi comienzan a agotar las rentabilidades de los fondos de pensiones

Finanzas

Las políticas de Draghi comienzan a agotar las rentabilidades de los fondos de pensiones

Mario Draghi, presidente del BCE

El presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, apunta a la deuda privada y la renta variable como alternativa para renovar las carteras. A las agresivas rebajas en el precio del dinero que ha llevado a cabo el Banco Central Europeo (BCE) tras el desembarco de Mario Draghi, se han sumado desde el pasado mes de marzo ‘macrocompras’ de 60.000 millones de euros mensuales en bonos. El resultado ha sido una drástica caída de las rentabilidades de la deuda que amenaza con afectar a productos como los planes de pensiones.

Según señala en declaraciones a ElBoletin.com el presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), Ángel Martínez-Aldama, las compras del BCE “hasta la fecha han tenido un efecto positivo sobre los fondos de pensiones porque han aplanado las curvas de tipos”. “Las rentabilidades están subiendo por las bajadas de valoración”, explica, para añadir que todavía hay “cierto margen” para este escenario, si bien “las rentabilidades de la renta fija se están agotando”.

La situación actual de los tipos de interés “supone un reto a futuro” para el sector, reconoce Martínez-Aldama, que considera que los gestores deberán comenzar a buscar otro tipo de activos en vez de la deuda soberana para renovar sus carteras. En ese sentido, apunta a la deuda privada, “no tanto con calificación ‘A’, sino ya con ‘B’”, debido a que algunas grandes empresas ofrecen rendimientos igual de bajos que el Tesoro por su deuda. Otra alternativa que está cobrando más fuerza es la renta variable. De hecho, según los últimos datos –correspondientes al mes de marzo- el 22,4% de la cartera de los fondos de pensiones estaba invertida en Bolsa, tanto nacional como extranjera, frente al 20,1% de diciembre.

El presidente de Inverco quita hierro además al escenario actual al recordar que el BCE ya realizó compras de deuda española en el mercado secundario en agosto de 2012, por lo que la situación no es del todo novedosa.

Según los datos de Inverco del primer trimestre, la rentabilidad media ponderada anual para el total de planes de pensiones se situó en el 9,3%, lo que supone que por undécimo trimestre consecutivo obtuvieron rentabilidades anuales superiores al 5%. Destacaron los Planes Individuales de Renta Variable y Renta Variable Mixta, con una rentabilidad anual del 20,4% y 11,4% respectivamente, así como los Planes del Sistema Asociado y de Empleo que alcanzaron una rentabilidad anual del 11,4% y 10,6%. La menor rentabilidad fue para los planes de Renta Fija a Corto Plazo, con apenas un 1,15%.

En el largo plazo (25 años), la rentabilidad media anual alcanzó el 5,2% para el total de Planes. Ello supone más que triplicar las aportaciones realizadas por los partícipes a planes de pensiones hace 25 años. En el medio plazo (10 años), los Planes consiguieron neutralizar los efectos de la crisis financiera, y ya generan una rentabilidad media anual del 3,6%.

Europa

El escenario de bajos tipos parece más preocupante en países como Reino Unido, Irlanda y Holanda (mucho menos común en España), en los que los planes de pensiones predominantes son aquellos en los que las empresas realizan un pago en el momento de la jubilación del trabajador, pero hasta ese momento asumen el riesgo de la gestión de las inversiones.

Por ello, PensionsEurope defiende en un reciente informe que los reguladores europeos deben ayudar a los fondos de pensiones a adaptarse al entorno actual de bajos tipos de interés y rendimientos negativos de los bonos. Entre sus propuestas, el órgano de representación de todo el continente para las pensiones de Europa aboga por que los reguladores nacionales suspendan las valoraciones regulares de los fondos hasta que las condiciones del mercado comiencen a normalizarse.

Las tasas de interés ultra bajas y los rendimientos de los bonos negativos han afectado a los planes de prestación definida (defined benefit o DB) de toda Europa, con déficits crecientes a pesar del desempeño positivo de la mayoría de activos, señala PensionsEurope.

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