El rumbo de las negociaciones de Figueruelas enfrenta al Gobierno y UGT

Economía

El rumbo de las negociaciones de Figueruelas enfrenta al Gobierno y UGT

Fuentes de la Unión General de Trabajadores (UGT) mostraron a este diario su descontento con lo acordado por los gobiernos de los diferentes países que tienen plantas de GM. El presidente del comité de empresa de GM por parte de UGT, José Juan Arceiz, declaró a EL BOLETÍN que el acuerdo que han alcanzado los países europeos para dar una respuesta conjunta al plan de reestructuración de sus filiales, que será presentado a finales de esta semana, es «un arma de doble filo.

Por un lado es positivo porque significa dar un paso más en la negociación, pero por otro lado es necesario que cada fábrica pueda negociar de manera individual según sus requisitos y exigencias». Arceiz explicó que es «necesario» tener un marco legal común para todas las plantas, siempre y cuando sea de «mínimos» y no sea llegar a «los mismos tratos con todas» porque eso sería algo «ilógico y contraproducente. Desde UGT no se aceptaría que todas las fábricas sean medidas por el mismo rasero».

Fuentes del Ministerio de Industria consultadas por este periódico afirmaron que la idea de proponer un plan conjunto ya la tuvieron ellos desde el principio «cuando negociamos con Magna, ya mostramos nuestro interés en llevarlo a cabo». Además explicaron que tiene que ser algo «global» para toda Europa y matizaron que nunca podrían «primar» unas compañías sobre otras en cuestión de negociaciones y matizaron que estas deben tomarse en función de «decisiones industriales no políticas».

Fuentes del Ministerio de Industria desmintieron a EL BOLETÍN la información publicada estos días por el semanario alemán Der Spiegel en el que se decía que España habría ofrecido entre 300 y 400 millones de garantías de crédito a la compañía estadounidense. «Nosotros no hemos dado nada, ni ayudas, ni dinero ni nada» aunque no descartaron hacerlo en un futuro después de que «veamos las propuestas. Primero son unas cosas y luego van las otras», aseguraron desde el Ministerio de Industria. Ayudas que ayer pidió el máximo responsable de la compañía, Nick Reilly, cuando reiteró que el proceso requerirá una inyección de 3.300 millones de y animó a participar a los distintos gobiernos, aunque aseguró que eso no provocaría cambios en la reestructuración de las filiales.

Desde UGT no ven mal que el Gobierno ayude a General Motors «siempre y cuando sea con condiciones». El presidente del comité de empresa del sindicato explicó que sería «inadmisible» si esas ayudas son como las que han hecho a las cajas, es decir, «sin una posible devolución». Entenderíamos que se otorgara cierta cantidad de euros a la compañía pero bajo unas condiciones claras. «Debería ser un préstamo con fecha de caducidad. No podemos regalar dinero así porque sí. Lo adecuado sería que fuera en forma de créditos o avales con una fecha límite de devolución».

La canciller alemana, Angela Merkel, anunció ayer que General Motors ha devuelto hoy al Gobierno alemán el último tramo del crédito puente que recibió para garantizar la supervivencia de su filial europea Opel. General Motors tenía hasta hoy pendiente la devolución de los últimos 400 millones de euros del crédito de 1.500 millones de euros recibidos del Gobierno. En total, el grupo sólo utilizó 1.200 millones. Merkel aprovechó para definir como “correcta” la decisión de haber concedido en su momento el crédito, con el que, como subrayó , el Estado “no ha perdido un céntimo”.

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