Coinciden en que fue con su llegada a la presidencia en 1996 cuando la dirección se desentendió de los justificantes de los cargos a los plásticos opacos de Caja Madrid. Los primeros exdirectivos de Caja Madrid en declarar ante el juez Andreu por el escándalo de las tarjetas ‘black’ han apuntado a Miguel Blesa como el culpable de que su uso se extendiera a cuestiones personales. En concreto han explicado que con la presidencia de Jaime Terceiro, el uso de esas tarjetas estaba limitado a gastos de representación y se debían utilizar de manera prudente. Pero fue con la llegada de Blesa en 1996 cuando la dirección se desentendió de los justificantes de los cargos y el sistema de las Visas se pervirtió.
De hecho, algunos exconsejeros han declarado que comenzaron presentando los justificantes y se les comunicó desde la dirección que esto no era necesario. Blesa y el exsecretario del consejo, Enrique de la Torre, llegaron a recriminar a algunos de los poseedores de las tarjetas opacas el poco uso que estaban haciendo de estas, según han informado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio liderado por el juez Andreu. Incluso Pedro Bedía, de CCOO, quien gastó 78.200 euros, ha asegurado que recibían llamadas «exhortándoles» a que dieran un mayor uso.
Aun así, según han declarado en el juicio los exdirectivos de la entidad, bajo el mandato de Terceiro el concepto de gastos de representación estaba muy aceptado. Ramón Espinar, que accedió al consejo de la entidad en representación del PSOE, ha asegurado que el secretario del consejo de entonces, Ángel Montero, aprobaba el uso de las tarjetas para el pago de “viajes, hoteles, libros y restaurantes”, entre otros.
Respecto de los motivos de los gastos realizados con las tarjetas ‘black’, las versiones de las diez personas hoy citadas han variado. Unos lo han enmarcado en gastos de representación, mientras otros lo han justificado como parte de su sistema retributivo. Pero todos han estado de acuerdo en que no tributaban esos gastos a Hacienda porque pensaban que Caja Madrid lo hacía por ellos.
En este sentido, el fiscal ha preguntado a Juan Antonio Moral Santín, el exvicepresidente en representación de IU que hizo cargos por más de 400.000 euros, quien no ha sabido responder por qué no agotó el límite de su tarjeta si esta era parte de su salario, como él mismo defiende. En la misma línea, Moral Santín ha señalado que esta remuneración estaba basada en una “relación estatuataria , no laboral”, que él utilizaba para “gastos habituales, para lo que procedía”.