Se ‘acabó’ la Fiesta: la fábrica de piruletas se vende por 20 millones

La compañía se liquida en dos partes, por una lado la unidad de caramelos, con un valor de 12 millones de euros, y por otro la planta industrial que se tasa en 8 millones. La administración concursal de Fiesta, la fabrica de piruletas a la que también pertenecen las marcas de caramelos Kojak, Freskito, Lolipop y Tico Tico, ha iniciado este martes el proceso de liquidación de la compañía, en el que se venderá, por un lado, la unidad de negocio y, por otro, el área inmobiliaria por un total de 20 millones de euros.
 
En concreto, a la unidad de caramelos se le atribuye un valor de 12 millones de euros, mientras que el negocio inmobiliario, compuesto por una planta industrial en Alcalá de Henares entre otros activos, está valorado en 8 millones de euros.
 
“No vamos a vender fiesta como una ganga y será un proceso innovador en España, ya que será desde una aplicación desde nuestra web donde se gestionará todo el proceso que empezará entre finales de febrero y principios de marzo. En julio esperamos tener la comunicación para autorizar la venta de la compañía antes de agosto de 2015”, ha declarado el administrador concursal y socio de Data Legal, Francisco Vera, en una rueda de prensa recogida por Europa Press.
 
Asímismo, Vera ha explicado que la venta ya ha atraído a unas 50 empresas de distintos perfiles, entre las que se incluyen empresas nacionales, internacionales y fondos de inversión. Al elegido se le obligará a firmar una “condición para la formalización” que supone un contrato de alquiler de dos años de obligado cumplimiento por un valor de 35.000 euros al mes, “un alquiler equilibrado para ambas partes”, ha asegurado.
 
Por su parte, el director general de Fiesta, Agustín Fernández, ha señalado que espera que el trabajo que se está haciendo actualmente con Fiesta “permita garantizar por muchos años la marca y sus productos. Fiesta ha superado la crisis y seguirá endulzando la vida de los españoles”.
 
Además, Fernández ha declarado que espera que el comprador de la empresa consiga mantener el negocio y dé viabilidad a la fábrica de caramelos, además de conseguir que la firma tenga presencia en grandes superficies, donde actualmente no tiene mucha presencia.