BP, Shell, Statoil y PermierOil son algunas de las empresas afectadas por la crisis del petróleo. El desplome del precio del crudo ha supuesto múltiples despidos en la industria petrolera y la paralización de proyectos millonarios que ya estaban en marcha. Desde el pasado verano, la estabilidad del sector comenzó a tambalearse, hasta que, a principios de este año, todas las piezas del sector se han desencajado.
BP ha anunciado este jueves el despido de 300 de sus trabajadores, 200 fijos y 100 contratistas, debido a un programa de reestructuración en sus explotaciones del Mar del Norte, como consecuencia “inevitable” de la caída del oro negro, según ha explicado la propia compañía.
Con los mismo motivos, las autoridades de Noruega, país que lidera la producción de crudo en Europa, han anunciado durante este jueves que prevén recortar un 15% de sus inversiones en la industria petrolera y del gas, manteniéndose en esta dinámica hasta 2018, tal y como ha previsto el Directorio de Petróleo Noruego.
Por su parte, Royal Dutch Shell ha abandonado este miércoles su proyecto de 6.500 millones de euros para construir una de las mayores plantas petroquímicas del mundo en colaboración con Qatar Petroleum, porque el margen de beneficios se ha visto mermado y el clima económico se ha impuesto sobre la industria energética.
Statoil ha reaccionado de la misma manera ante la crisis del oro negro. Esta petrolera ha renunciado a proyectos de exploración de hidrocarburos en el Oeste de Groenlandia junto con GDF Suez y Dong, porque considera que la caída del precio del crudo y los incrementos de los costes de producción hacen demasiado caras las perforaciones en esa área.
En la misma dinámica, PremierOil ha anunciado que, por el momento, va a retrasar su decisión sobre si sigue adelante con el proyecto valorado en 2.000 millones de dólares en las Islas Maldivas, hasta que el valor del petróleo remonte de nuevo. Paralelamente, dentro de la compañía ha habido bajadas de sueldos para los contratistas y los trabajadores autónomos de los proyectos situados en el Mar del Norte y el sudeste de Asia.
Estas son sólo algunas de las compañías afectadas por el desplome de los precios del oro negro. Pero no hace falta salir del país para ver las graves consecuencias que este hecho ha tenido. La petrolera Repsol ha caído un 20% desde el 27 de noviembre, fecha en la que Arabia Saudí anunció que seguiría extrayendo esta materia prima al mismo ritmo que hasta ese momento, a pesar de que esto supusiera acentuar la caída del valor del crudo.
Asimismo, la ingeniería española dedicada a la construcción de infraestructuras para refinerías, plantas químicas y petroquímicas, Duro Felguera, tiene pendiente de cobro 126 millones de euros por su proyecto en Venezula, debido a que este país es uno de los más afectados por el desplome del petróleo.