El abandono definitivo del asalto al consejo de Iberdrola y la venta de algunos de los negocios en renovables y servicios auxiliares del grupo ACS podrían ser la clave. Florentino Pérez ha tenido que esperar hasta fin de año para recibir buenas noticias. La saga de los March ha vuelto a darle el voto de confianza que le había retirado hace meses. En tiempo de descuento para cambiar de calendario, los banqueros mallorquines han reaparecido como los inversores con más peso en el capital de ACS.
Los March, a través de su brazo inversor Corporación Financiera Alba, han devuelto su voto de confianza a la gestión de Florentino Pérez a solo unos pocos minutos de que acabase el año bursátil. En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han dado cuenta de que habían recuperado el control sobre 8,12 millones de acciones de la constructora que preside el empresario madrileño. Un paquete suficiente para engordar su peso hasta el 13,88% del capital social de la cotizada.
Con este porcentaje, los banqueros mallorquines recuperan su puesto como principales inversores de ACS, un puesto que perdieron el pasado mes de junio tras una nueva desinversión que puso en evidencia el distanciamiento con el presidente y sus hombres de confianza en el consejo de administración de la constructora. Por detrás de los March vuelve a situarse precisamente Florentino Pérez, que con un 12,5% a través de Inversiones Vesan, deja de ser el primer abanderado de la cotizada tras unos meses en el puesto.
El regreso de los March, notificado al regulador bursátil a sólo 19 minutos de que acabase la media sesión de Nochevieja, se ha producido por la liquidación del contrato financiero para la venta de acciones de ACS suscrito precisamente el pasado mes de junio. Entonces, se firmaron ventas por hasta un 3,7% de la constructora, lo que rebajó su posición de control hasta el 11,3% del capital social. Ahora, han recuperado parte de este paquete, pero por el camino sí que han soltado 3,52 millones de acciones de la firma.
La liquidación de este contrato de venta ha pillado por sorpresa a muchos gestores, pues según se ha recordado este mismo miércoles fue renovado el pasado 11 de noviembre. No obstante, parece que los últimos movimientos de ACS parecen haber caído en gracia a los March, que además con la operación han conseguido plusvalías brutas por 54,4 millones de euros. Importe a sumar a las múltiples partidas que en los últimos meses se habían embolsado con sus sucesivos pasos por caja en la constructora, de la que llegaron a controlar un 20% de acciones en el no tan lejano año 2012.
Esta peculiar suerte de vuelta a casa por Navidad tiene lugar después de importantes movimientos corporativos en ACS. La constructora presidida por Florentino Pérez ha certificado su abandono definitivo a la idea de acceder al consejo de administración de Iberdrola, pues ha colocado ya la mayor parte de la participación que le quedaba en la eléctrica entre terceros a través de una abultada inversión de bonos convertibles que se ha apresurado a canjear antes de su fecha de vencimiento.
Además, este 2014 ha sido el año en el que la cotizada ha conseguido vender al fin algunos de sus activos en energías renovables y servicios auxiliares que había catalogado como a desinvertir hace varios ejercicios atrás. Finalmente ha conseguido hacer caja con unos activos que hasta la fecha sólo había conseguido sacar de balance para artificiosamente eliminar de su balance abultadas partidas de deuda asociadas a estos negocios que, según fuentes financieras, los March y otros grandes inversores de la firma llevaban tiempo exigiendo vender a cualquier precio con el objetivo de mejorar pasivo y focalizar la fuerza de la compañía en sus negocios centrales.
