Su frenética política de adquisiciones, culminada con la compra de Endesa, no sólo han convertido a Enel en la ‘utility’ más endeudada de Europa, también ha de lamentarse de ocupar este primer puesto en la clasificación de toda la industrial italiana.
Así lo revela el ranking anual elaborado por el Departamento de Investigación de Mediobanca. El banco que se encargó de la ejecución del desembarco de Enel en Endesa cifra en 56.900 millones de euros la deuda de la italiana y supera de este modo a compañías como Telecom Italia y Eni. Para afrontar esta situación, Enel ha puesto en marcha un amplio abanico de estrategias que van desde ampliaciones de capital, emisiones de bonos, desinversiones (sobre todo de su filial española) y recortes de dividendos.
Aunque la compañía italiana no siempre ha hecho caso a la tan repetida recomendación de los expertos de retener beneficios para reforzar la base de capital. A pesar de que el consejero delegado de Endesa, Andrea Bretan, afirmara hoy en una conferencia a analistas que por el momento no se baraja repartir ningún dividendo extraordinario, los analistas esperan que el año que viene sea así y que se repartan unos 1.000 millones de euros en este concepto con las plusvalías derivadas de la venta de activos renovables a Acciona o después de la titulización del déficit de tarifa.
El grupo italiano, que posee un 92% en la compañía que preside Borja Prado, se embolsará de este modo 920 millones de euros. No sería la primera vez que la italiana se embolsa una cifra multimillonaria con dividendos de Endesa. En el mes de marzo pasado, la eléctrica, todavía participada en un 25% por Acciona, pagó a Enel unos 4.200 millones de euros en dividendos extraordinarios.
