Liberbank, obligado a devolver el dinero a un afectado al que vendió preferentes por teléfono

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Liberbank, obligado a devolver el dinero a un afectado al que vendió preferentes por teléfono

Sucursal de Liberbank

El afectado, que recupera ahora los 15.000 euros invertidos, no firmó el contrato y demás documentación hasta varios meses después de la operación. La Plataforma de Afectados por las Preferentes en Cantabria ha vuelto a denunciar que Caja Cantabria (Liberbank) vendió estos polémicos títulos “de manera indiscriminada” entre todos sus clientes, sin tener en cuenta la edad, formación, experiencia inversora o circunstancias personales, como estar en paro o padecer alguna enfermedad, deficiencia o minusvalías, utilizando unas prácticas “plagadas de mentiras y trampas por parte de los empleados y directores de la entidad”.

La Plataforma se hace eco de una sentencia, que afecta a uno de sus miembros, dictada por la jueza Doña Luisa F. Vidal Quintana, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Medio Cudeyo, en la que ha quedado probado que Caja Cantabria actuó así en junio de 2011 con un joven cántabro de 30 años, al que en su oficina de toda la vida, la de Sarón, le colocaron preferentes por importe de 15.000 euros, “mediante una rápida llamada de teléfono que apenas duró cinco minutos”.

El joven, que entonces trabajaba fuera de Cantabria, firmó el contrato y demás documentación varios meses después. De este modo, la orden de compra se hizo efectiva careciendo incluso de la firma del cliente, que pasó al cabo del tiempo por la sucursal a rubricar los papeles.

Según la sentencia, Caja Cantabria, hoy integrada dentro de Liberbank, no solo no dio una información fiel y ajustada a la verdadera naturaleza de este producto complejo, incluido el carácter perpetuo y el riesgo de perder el dinero invertido que conllevaban las preferentes, sino que ni siquiera le concedió un periodo de reflexión o le remitió la documentación informativa para que pudiera estudiarla y analizar la conveniencia o no de suscribir el contrato.

De este modo, difícilmente pudo comprender lo que la operación comportaba, dada su falta de conocimientos financieros y su nula experiencia inversora, ya que hasta la fecha el joven solo había tenido contratadas imposiciones a plazo fijo y por un periodo no superior a seis meses, señala la Plataforma. De hecho, para la adquisición de las preferentes tuvo que suscribir simultáneamente una cuenta de valores, ya que nunca antes había tenido productos similares, como acciones, ni tampoco después. Como se puede deducir, un perfil de cliente claramente ahorrador.

La jueza ha declarado la nulidad del contrato de preferentes, la orden de valores, el canje por acciones, y condena a Liberbank a devolver los 15.000 euros más los intereses legales devengados desde la fecha de contratación hasta el cobro del dinero, así como al pago de las costas judiciales. Contra esta sentencia el banco no presentó recurso ante la Audiencia de Cantabria, por lo que ya es firme.

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