En una jornada marcada por la incertidumbre, Duro Felguera registró un repunte bursátil de doble dígito mientras se acerca la fecha límite de su preconcurso. La ingeniería asturiana, que arrastra una compleja crisis financiera, intenta cerrar un pacto con sus acreedores para salvar sus operaciones y proteger el empleo. Las negociaciones siguen abiertas, pero los últimos movimientos del Gobierno y de sus socios ponen en duda la viabilidad del plan.
La situación actual: incertidumbre y negociación
La compañía asturiana solicitó el preconcurso en diciembre de 2024 con el objetivo de reestructurar su deuda y salvaguardar el empleo. Sin embargo, seis meses después, las negociaciones para cerrar un acuerdo con la banca y con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) siguen sin fructificar. Según fuentes próximas a la empresa, la SEPI no está dispuesta a capitalizar la deuda de 120 millones de euros prestada durante la pandemia, lo que complica la operación.
El futuro de la ingeniería asturiana depende de las negociaciones con la banca y la decisión final de la SEPI
A esto se suma la negativa de los socios mayoritarios mexicanos, Prodi y Mota-Engil México, a aportar más capital. Con la prórroga del preconcurso pendiente, los próximos días serán claves para determinar si la compañía logra evitar el concurso de acreedores.
Impacto en bolsa y junta de accionistas
El mercado reaccionó con fuerza a la noticia de una posible prórroga del preconcurso. Las acciones de Duro Felguera cerraron la sesión en 0,228 euros, con un alza del 20%, reflejando la esperanza de que la firma logre superar la crisis.
La compañía ya ha convocado para el 27 de junio su junta general ordinaria de accionistas, donde se abordarán cambios en el consejo de administración, así como la situación financiera actual. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro inmediato y la falta de un acuerdo definitivo planean sobre la reunión.
El detonante: el proyecto de Djelfa en Argelia
El proyecto de Djelfa fue el detonante de la situación actual de la empresa. En abril, Duro Felguera firmó un memorando con Sonelgaz Production d’Electricité (SPE) para cerrar un litigio que arrastraba desde 2014. El cliente argelino solicitó un arbitraje de 413 millones de euros por la suspensión de las obras, lo que obligó a la ingeniería asturiana a provisionar 100 millones de euros en sus cuentas y a reexpresar sus resultados desde 2022.
La disputa por el contrato de Djelfa en Argelia fue clave en el agravamiento de la crisis financiera de Duro Felguera
Venta de activos: la oferta de Indra
Mientras tanto, Indra ha trasladado a Duro Felguera una oferta vinculante de entre 2 y 3 millones de euros por su planta de calderería pesada en Gijón, conocida como El Tallerón. El objetivo de Indra es reconvertir las instalaciones para fabricar vehículos blindados. Duro Felguera no ha querido pronunciarse oficialmente, pero mantiene un apartado en su web para la venta de activos, lo que abre la puerta a nuevas desinversiones y a la obtención de liquidez.