Dos importantes inversores de Apple, Jana Partners LLC y el fondo estatal de pensiones de profesores de California (Calstrs) están presionando a la compañía de la manzana mordida para que ponga en marcha un plan que ayude a combatir la creciente adicción a los dispositivos móviles entre niños y adolescentes.
En una carta conjunta remitida al fabricante del iPhone, los dos grupos de accionistas, que poseen en suma 2.000 millones de dólares en acciones, explican sus preocupaciones sobre los efectos negativos que puede provocar en la salud de los más pequeños el uso excesivo de los teléfonos inteligentes.
“Hay un número creciente de pruebas que muestran que, al menos para algunos de los usuarios jóvenes más asiduos, podría tener consecuencias negativas involuntarias para la salud”, señala la misiva, en la que se hace referencia a varios estudios que aseguran que la adicción a los dispositivos tecnológicos merman la capacidad de los alumnos para centrarse en tareas educativas e incrementan el riesgo de suicidio y depresión.
Los inversores subrayan además que existe “un consenso en ciernes en todo el mundo, incluido Silicon Valley, sobre que las posibles consecuencias a largo plazo de las nuevas tecnologías tienen que valorarse desde el principio, y ninguna empresa puede delegar esa responsabilidad”. En este sentido, creen que Apple debe desempeñar un papel decisivo en la minimización del problema: “enfrentarse al problema ahora aumentará el valor a largo plazo para todos los accionistas”, estiman.
Entre las medidas que proponen Jana Partners y Calstrs está la incorporación en el software de los aparatos de configuraciones que limiten el tiempo de uso y que permitan a los padres un mayor control del contenido. Exigen además la creación de un comité de expertos que investigue el problema.
