«Lo que probablemente no sepan es que ya existe un centro de migrantes, ha estado allí durante décadas. Así que simplemente vamos a ampliarlo», dijo Homan durante una conferencia de prensa.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo por su parte que la instalación estará diseñada para detener a «lo peor de lo peor».
Más temprano el miércoles, Donald Trump ordenó al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) que establezcan un centro con capacidad para 30.000 personas que proporcione «espacio de detención adicional para extranjeros criminales de alta prioridad presentes ilegalmente en EEUU».
En septiembre de 2024, The New York Times informó, citando informes internos del Gobierno, que los migrantes detenidos en la Bahía de Guantánamo son obligados a vivir en condiciones inhumanas, sometidos a malos tratos y, a menudo, se les niega la oportunidad de defender sus derechos.
Según el Pentágono, 26 detenidos permanecen en la Bahía de Guantánamo y 14 de ellos son elegibles para ser transferidos.
El centro de detención de Guantánamo se inauguró en 2002 para albergar a los reclusos de la «guerra contra el terror» que impulsó EEUU tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Cuba no reconoce la validez del contrato de arrendamiento y se niega a cobrar los cheques anuales de unos 4.000 dólares.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció el miércoles como un «acto de brutalidad» el anuncio del Gobierno de EEUU de que empleará la base naval de Guantánamo como centro de detención para los migrantes que expulse de su país.
