La Comisión Europea (CE) ha confirmado que un total de 12 países de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Finlandia, Grecia, Hungría y Portugal, han solicitado acogerse a concesiones presupuestarias con el fin de aumentar su gasto en defensa.
La solicitud se enmarca en el nuevo plan militarista presentado en marzo por Bruselas bajo el nombre ReArm Europe, que contempla una inversión colosal de 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años.
ReArm Europe busca movilizar 800.000 millones de euros hasta 2029 para equipar a Europa frente a amenazas externas y consolidar su autonomía estratégica
Este movimiento representa un giro significativo en la política económica y militar del bloque, al permitir a los Estados miembros exceder los límites del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que tradicionalmente restringe el déficit público y la deuda.
ReArm Europe: una estrategia para militarizar la UE
El plan ReArm Europe fue presentado el 19 de marzo de 2025 por la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, con el objetivo declarado de fortalecer la industria armamentística europea y reducir la dependencia militar de potencias externas.
Este programa prevé la adquisición masiva de armamento, incluyendo misiles, artillería pesada, drones, municiones y sistemas antiaéreos.
Los países que han presentado solicitudes para beneficiarse de estas excepciones fiscales son: Alemania, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Letonia, Polonia y Portugal.
Las solicitudes abren la puerta a una nueva etapa en la política fiscal y militar europea, con implicaciones estratégicas de largo alcance
La CE espera más solicitudes y el Consejo de la UE tendrá la última palabra
En su comunicado, la Comisión ha expresado su expectativa de que más Estados miembros se sumen a esta iniciativa en los próximos meses. Ahora, el paso siguiente será la evaluación técnica de las solicitudes por parte del ejecutivo comunitario, tras lo cual será el Consejo de la Unión Europea quien tome la decisión final sobre la concesión de las excepciones fiscales.
Este proceso podría sentar un precedente histórico al vincular el aumento del gasto militar con la flexibilización de las reglas fiscales de la UE.