División interna en Alemania ante las presiones exteriores a favor de los coronabonos

Coronabonos

División interna en Alemania ante las presiones exteriores a favor de los coronabonos

Políticos de la CDU de Merkel empiezan a virar su discurso a favor de aumentar la solidaridad europea.

Pedro Sánchez y Angela Merkel

Hasta el momento, Alemania se ha mantenido firme en su negativa a los denominados coronabonos, instrumentos de deuda que mutualizarían el riesgo entre los países de la eurozona y permitirían a los más afectados financiar las costosas medidas económicas necesarias para paliar la crisis del coronavirus. Sin embargo, al tiempo que aumentan las presiones externas, dentro de la propia política alemana comienzan a escucharse cada vez más voces a favor de esta deuda, incluso dentro del partido en el Gobierno.

De manera oficial, la postura del Gobierno de Angel Merkel no ha variado. Eckhardt Rehberg, el principal portavoz presupuestario de la CDU, ha manifestado que la Unión Europea ya tiene suficientes herramientas hechas a medida para emergencias como ésta, como el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE). Con los eurobonos, “estamos hablando de un instrumento completamente nuevo, así que pase lo que pase, el camino para emitir esa deuda común será muy largo y complicado”.

Rehberg ha apuntado además que el Tribunal Constitucional de Alemania había dejado claro que este nuevo instrumento necesitaría la aprobación previa del Bundestag, y que podría requerirse una mayoría de dos tercios para un cambio tan fundamental, un obstáculo casi imposible.

Pero incluso dentro del partido gobernante comienzan a escucharse voces a favor de un replanteamiento. El diputado Roderich Kiesewetter ha apuntado que el bono conjunto emitido por la Comunidad Europea durante la crisis del petróleo en 1974 podría ser un “modelo para hoy”. Más allá ha ido incluso Norbert Röttgen, ex alto cargo con Merkel, que en un mensaje difundido en italiano y español en su cuenta de Twitter ha señalado que la negativa a los coronabonos “tiene una sólida justificación económica, pero emocionalmente es funesta”. “Necesitamos na señal clara de que nadie se va a quedar solo después de la crisis”.

Mientras tanto, muchos socialdemócratas, los socios de la coalición de Merkel, piensan de la misma manera. Nils Schmid, el portavoz de asuntos exteriores del SPD, dijo que los coronabonos ayudarían a mostrar a los demás estados miembros “que hemos aprendido de la crisis de la deuda de la eurozona”. “Entonces muchos países se sintieron abandonados, y las secuelas de eso aún se sienten”.

En la oposición, los Verdes han hecho bandera de la solidaridad europea a través de estos instrumentos. Su portavoz, Franziska Brantner, apunta además de que va en el propio interés de Alemania. “No podemos revivir nuestra economía después de esta crisis cuando la mitad del mercado único ya no funciona”, ha apuntado, “es una cuestión existencial”.

El cambio de rumbo se puede observar también entre los economistas. Michael Hüther, director del Instituto Económico Alemán en Colonia, señalaba durante la crisis del euro que los eurobonos suponían “renunciar a la política fiscal nacional”, al tiempo que eran un “incentivo negativo” para los países periféricos. Sin embargo a finales del mes pasado fue uno de los siete destacados economistas alemanes que pidieron hasta un billón de euros en “bonos europeos de crisis” conjuntos para ayudar a los países más afectados por el coronavirus.

Mientras, la presión internacional sigue aumentando. Los Gobiernos de España, Italia y Francia siguen sin renunciar a su propuesta de coronabonos, que cuenta con el respaldo del Banco Central Europeo (BCE). La última voz “absolutamente a favor” ha sido la del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, que considera que también beneficiarían a Alemania.

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