El diario Los Angeles Times informó que estos recortes de personal se concentran en departamentos como marketing, cine y televisión, publicidad televisiva, casting, desarrollo y finanzas corporativas. Aunque no se ha confirmado la cifra exacta de afectados, la decisión busca aligerar la carga financiera de la compañía en un entorno cada vez más competitivo.
La televisión tradicional pierde terreno y obliga a Disney a redefinir su estrategia: el cine se convierte en su principal apuesta
La decisión de Disney de priorizar el cine sobre la televisión no es nueva. En los últimos diez meses, la empresa ha ejecutado cuatro rondas de despidos que han impactado sus operaciones televisivas. Estas medidas se suman a los recientes recortes en Pixar y otras divisiones, consolidando un cambio de rumbo hacia la proyección cinematográfica como respuesta al declive de la televisión tradicional.
Disney prioriza el cine ante el declive televisivo
Esta cuarta ronda de despidos, la más grande hasta la fecha, refuerza el objetivo de Disney de adaptarse a un mercado que cada vez demanda menos contenidos televisivos. Deadline informó que estos recortes se enfocan en equipos relacionados con la televisión, mientras que el cine se mantiene como el pilar estratégico de la compañía.
En julio pasado, la empresa ya había anunciado el despido de 140 empleados de su división de televisión, equivalente al 2% de su plantilla, como parte de un proceso más amplio de reestructuración. Estos recortes se centraron en la reducción de producción de contenido televisivo para enfocarse en largometrajes.
Disney refuerza su apuesta por la pantalla grande: el estudio Pixar también ajusta su estructura para enfocarse en el cine
Pixar también sufre el impacto de los recortes
Los ajustes no solo afectan a la televisión. En mayo del año pasado, Pixar, propiedad de Disney, despidió a 175 empleados, lo que representó el 14% de su plantilla. Esta reestructuración marcó el cambio más radical en la historia del estudio de animación fundado por Steve Jobs y adquirido por Disney en 2006.
La decisión de Pixar de reducir su plantilla responde a la misma lógica: disminuir la producción televisiva y enfocarse en las películas destinadas a las salas de cine, en un esfuerzo por garantizar la rentabilidad y la sostenibilidad del negocio en un entorno incierto.