Rayner reconoció que había pagado menos impuestos de los que le correspondían para la compra de su segunda vivienda en la localidad de Hove, en Sussex del Este, según ella tras pedir asesoramiento ante su compleja situación. Parte de su primera vivienda está cedida a un fideicomiso a nombre de su hijo, con una discapacidad permanente.
Un informe interno remitido este viernes a Starmer, recoge Europa Press, ha concluido que Rayner violó el código de conducta ministerial, ya que aunque alaba a la ministra saliente por su colaboración durante todo el proceso, determina que ella es la responsable última de sus acciones y que no buscó asesoramiento fiscal especializado, según Sky News.
El caso había elevado ya en los últimos días la presión sobre el Gobierno de Keir Starmer y finalmente Rayner ha optado por hacerse a un lado, como miembro del Ejecutivo y como ‘número dos’ del gobernante Partido Laborista. Ahora, el primer ministro está obligado a reestructurar su equipo.