Diferencias entre planes de pensiones y fondos de inversión

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Diferencias entre planes de pensiones y fondos de inversión

Hay que conocer bien las diferencias para tomar la decisión más acertada que se adapta a nuestro perfil personal y a nuestras expectativas.

Brotes verdes

A medida que vamos cumpliendo años miramos al futuro con intención de garantizarnos unos ingresos dignos después de nuestra jubilación para poder disfrutar esos años de forma razonablemente desahogada. Decidimos entonces comenzar a ahorrar para ese momento, muy a menudo eligiendo entre estos dos productos, pero hay que conocer bien las diferencias entre planes de pensiones y fondos de inversión para tomar la decisión más acertada que se adapta a nuestro perfil personal y a nuestras expectativas.

Concepto y horizonte temporal

Aunque ambos tienen el mismo fin en cuanto al ahorro se refiere, se instrumentalizan en dos productos diferenciados que ofrecen distintas ventajas.

El fondo de inversión es un producto financiero administrado por una sociedad gestora que recaba las aportaciones de los participantes y los gestiona con el propósito de obtener cierta rentabilidad. No está diseñado con ningún horizonte temporal y puede ser igual de bueno como sistema de inversión para muchos perfiles de ahorrador.

En cambio, los planes de pensiones están pensados para recuperar la inversión en el momento de la jubilación, “olvidándose” de las cantidades aportadas durante el período en el que se realizan con excepción de las ventajas fiscales.

Liquidez de los planes de pensiones y de los fondos de inversión

Como hemos dicho anteriormente, los planes de pensiones están pensados para la jubilación, con lo cual la recuperación del capital aportado es más complicada. Hasta la última reforma había limitadas ocasiones en las que por fuerza mayor podíamos recuperar el dinero antes de tiempo, aunque desde el 2015 el abanico se ha ampliado. Estas son las situaciones en las que es posible solicitar la devolución de las aportaciones:

  • Al cumplir la edad de jubilación. En el presente ejercicio, 65 años y seis meses, seis meses antes si has estado cotizando durante 36 años y 6 meses.
  • En situación de paro de largo duración. Si es demostrable con la documentación correspondiente también está permitido el rescate.
  • Enfermedad grave. Será necesario tener una declaración de invalidez o de incapacidad laboral, que deberá ser total y permanente.
  • Haber transcurrido los plazos legales después de las aportaciones. Con la nueva modificación realizada en el 2015, todas las aportaciones realizadas a partir de esa fecha podrán ser recuperadas 10 años más tarde, siendo por tanto el 2.025 el primer año para acogerse a este supuesto. Las aportaciones en años sucesivos tendrán el mismo plazo.
  • Defunción. La defunción del titular del plan de pensiones permitirá a sus herederos rescatarlo.

Los fondos de inversión ordinarios tienen un valor liquidativo diario, al cierre de la sesión de Bolsa, por lo que su liquidez es muy superior a la de los planes de pensiones.

Aportaciones máximas a fondos de inversión y planes de pensiones

Dada la naturaleza de los fondos de inversión, estos no tienen ningún tipo de limitación en cuanto al número de participaciones a suscribir. En cambio los planes de pensiones, debido a las desgravaciones que ofrece, tienen un máximo anual de 8.000 euros.

Tratamiento fiscal de fondos de inversión y planes de pensiones

Los fondos de inversión son productos más sencillos a nivel fiscal. No tienen desgravaciones en el momento de la compra de las participaciones. Los beneficios obtenidos en el momento de la venta, es decir, la diferencia entre precio de venta y de compra, se considera renta de ahorro y tributará al tipo correspondiente que puede oscilar entre un 19% para los primeros 6.000 euros de base liquidable, un 21% para los siguientes 44.000 y un 23% para cantidades superiores a 60.000 euros.

Los planes de pensiones permiten fuertes desgravaciones en la declaración de la renta en el periodo de aportaciones, de tal manera que cada euro aportado al plan permitirá reducir de forma directa de la base liquidable. La deducción o reducción máxima es de 8.000 euros o el 30% -la menor de las dos- de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas.

Esto puede conllevar un ahorro considerable que aumenta a medida que lo hace el tipo impositivo al que estamos sujetos, que varía desde un 19% en la franja más baja, hasta un 45% en la más alta. Eso implica que si tu base de ingresos oscila entre 12.450 euros y 20.200 euros, el tipo marginal es del 24%. Si la aportación mensual ha sido de 180 euros al mes, la aportación anual de 2.160 euros se reduciría directamente de la base. Con el 24% del ejemplo, esto conlleva un ahorro neto de 518,40 euros.

Hay que considerar que esta gran ventaja fiscal mientras se realizan a aportaciones puede quedar mermada en el período de rescate del dinero porque en ese momento se considerarán el dinero obtenido, todo, no solo los beneficios, como renta y sus cantidades se sumarán a la base imponible. Si se pretende el rescate de un solo golpe eso hará, muy probablemente, que te sitúes en las franja superiores de tributación y suponga un desembolso de dinero importante que .

Una solución parcial a esta situación es recibir el dinero del plan de pensiones en mensualidades o una pequeña parte en capital y el resto en plazos periódicos para no incrementar el tipo impositivo.

Variedad en los productos

Los planes de pensiones no tienen una gran variedad y las diferencias entre ellos son más limitadas. En cambio, existe una gran diversidad de fondos de inversiones, tanto a nivel nacional como internacional que permite elegir el sector a invertir y el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir, todo ello con base en el perfil de inversor que tenga el particular. La rentabilidad de los planes está garantizada, por lo menos en unos mínimos, aunque ciertos estudios se decantan por los fondos de inversión para conseguir beneficios a largo plazo.

Conclusión

Los planes de pensiones son ideales si tienes unos ingresos altos y opción a desgravarte fiscalmente a la vez que creas un colchón económico para tu jubilación. En otra situación, puede ser más conveniente optar por una inversión directa en fondos de inversión que otorgará un mayor control de nuestro dinero durante los años de su vigencia.

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