«¿De verdad Inditex nos está ofreciendo cobrar 17 euros más en tres años?»

Conflicto laboral

«¿De verdad Inditex nos está ofreciendo cobrar 17 euros más en tres años?»

Las 65 trabajadoras de Bershka Pontevedra ya llevan siete días de huelga indefinida por agravios salariales y de conciliación respecto a la plantilla de otras provincias.

Empleadas en huelga.

La plantilla de Bershka en Pontevedra tiene 65 empleados, 64 son mujeres. La inmensa mayoría de sus contratos son parciales, de en torno a 27 horas semanales. Todas ellas permanecen en huelga indefinida desde el pasado 26 de octubre por agravios salariales y de conciliación laboral respecto a las trabajadoras de la misma marca en otras provincias.

La petición que la empresa rechaza es modesta: un aumento de 25 euros mensuales para equipararse a sus vecinas de Coruña. Inditex, matriz de Bershka fundada por el hombre más rico del planeta en 2017, ofrece un aumento de 30 euros, pero en tres años: “Diez euros en 2018, veinte en 2019, por lo que aún estaremos cuatro años cobrando menos que nuestras compañeras de Coruña”, denuncia Diana Rodríguez, secretaria comarcal de la Confederación Intersindical Galega (CIG) en Pontevedra.

No obstante, como la mayoría de los contratos son parciales, el aumento proporcional que exigen no alcanza los 20 euros mensuales: “¿De verdad el Grupo Inditex nos está ofreciendo cobrar 17 euros más en tres años?”, se pregunta la portavoz sindical. Actualmente sus salarios están 130 euros por debajo del de otras provincias en la misma empresa. “Hasta 80 euros nos los concedían sin ir a la huelga, pero la otra parte no nos la quieren dar. Se sienten discriminadas, porque no estamos pidiendo nada que no tengan ya otras compañeras”, explica.

Rodríguez conversa con EL BOLETÍN el mismo día que Amancio Ortega ingresa 628 millones de euros por el segundo pago de su retribución como fundador y máximo accionista del grupo textil. En total, este año recibirá 1.256 millones de euros como dueño de casi el 60% de las acciones. Inditex repartirá entre todos sus accionistas más de 2.100 millones de euros por los resultados de 2016, hasta un 13,3% más que un año antes.

Esa cifra se cruza con el séptimo día de huelga en Pontevedra, donde el tema económico no es el único problema de la plantilla: la mayoría trabaja en turnos de mañana y tarde rotatorios, hacen hasta cuatro cierres de tienda a la semana y aún no tienen garantizado un sábado libre al mes para todos los rangos. “Es complicado, si tienes hijos y reducción de jornada, que te estén obligando a cerrar cuatro días por la tarde; las guarderías no tienen abierta la puerta lasta las 10 de la noche”, critica la portavoz. “Al final estás perdiendo dinero, estás yendo a trabajar igual, de mañana y de tarde, haciendo cierres, ganando menos dinero, sin poder conciliar, y con amenazas constantes”, denuncia Rodríguez.

Pero la carga de trabajo existe: la mayoría lelva años haciendo horas complementarias sin que su jornada legal se amplíe: “Eso significa que hay algún mes que sí que puedes ganar algo más, pero no puedes contar con eso porque va un poco en la carga de trabajo que quiera repartir la empresa”, explica Rodríguez.

Las empleadas han denunciado amenazas directas de instancias superiores para aceptar las condiciones impuestas o no pedir mejoras: “Como vean que protestas o no aceptas lo que te piden, siempre tienes tú el peor horario, etc.”

Sin embargo, las empleadas han perdido el miedo y creen que la preocupación ha cambiado de bando: “La empresa tiene miedo de que haya otras compañeras que se decidan a reivindicar también, de que se extienda el conflicto. Inditex no está acostumbrado a las huelgas”, explica la sindicalista.

Sólo los números

La mayoría de Bershka Pontevedra ingresa entre 700 y 750 euros líquidos al mes, con 16 pagas anuales. Pero desde CIG creen que la pérdida de beneficios respecto a las previsiones de la empresa en esta provincia está detrás de la discriminación a sus empleados. Los costes de los cierres y reestructuración de tiendas en Pontevedra afectan ahora a la plantilla de los cinco establecimientos abiertos.

“Inditex es una empresa que mira los números, absolutamente nada más, el resto no le importa en absoluto. Entonces para ellos es muy importante el detalle de cobrarlo todo el año que viene o en varios años, de capital importancia”, subraya Diana Rodríguez. Contactada por este medio, la empresa no hace declaraciones sobre el conflicto laboral en la región gallega, cuna de Amancio Ortega y su emporio.

El sindicato, no obstante, reconoce que las mejoras en cuanto a conciliación familiar y consolidación de las jornadas fueron aceptadas en la reunión del martes con el comité de empresa. Pero la pírrica oferta de Inditex enfadó a las empleadas: “Nos parece un insulto. Es una vergüenza las pérdidas que están soportando por cada día que están las tiendas cerradas, y que no sean capaces de desbloquear esta situación cuando nosotras bajamos de los 50 a los 30 euros, y ni siquiera para cobrar este año sino el que viene”, explica la portavoz.

Por el momento no hay previstos más encuentros con la empresa, que ha rechazado de plano la propuesta de las trabajadoras de recurrir a una mediación laboral.

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