Según la Oficina Estadística europea, las tasas de abandono escolar más altas se registraron en los Países Bajos (32,2%), Dinamarca (27,1%), Luxemburgo (24,8%) y Estonia (24,4%). Por otro lado, las más bajas se registraron en Rumanía (1,5%), Grecia (2,2%) y Bulgaria (3,5%).
En el caso de España, está ligeramente por encima de la media europea: el 15,5%.
En todos los niveles educativos (bajo, medio y alto), la razón más común para no completar un programa educativo fue que no cumplía con las expectativas o era demasiado difícil (42,6% de las personas que abandonaron la educación formal). Le siguieron otras razones familiares o personales (18,5%) y la preferencia laboral (13,8%).
Solo el 5,3% de las personas mencionó motivos económicos como el principal motivo para abandonar la educación formal o la formación.
Las razones relacionadas con el programa educativo en sí variaron según los niveles educativos: representaron el 28,7% en el nivel educativo bajo, el 35,9% en el nivel medio y un significativo 50,2% en el nivel alto. Sin embargo, los motivos relacionados con la propia enfermedad o discapacidad fueron más frecuentes en el nivel educativo inferior (11,1%) que en el medio (9,8%) o alto (5,6%).
De igual manera, otras razones familiares o personales también fueron más prominentes en el nivel educativo más bajo (24,6%) y perdieron relevancia a medida que aumentaba el nivel educativo: 21,8% para el nivel medio y 15% para el nivel alto. Lo mismo ocurrió con quienes preferían trabajar: 17,7% en el nivel bajo, 15,7% en el nivel medio y 11,9% en el nivel alto.
El abandono de un programa por razones financieras fue más común en el nivel alto de educación (5,7%) que en el nivel medio (4,8%).








