El expediente federal sostiene que los jugadores dominicanos colaboraron con una red que obtuvo al menos 400.000 dólares entre 2023 y 2025 mediante avisos previos sobre el tipo y la velocidad de los pitcheos. En algunos casos, lanzaban bolas intencionadas para que apostadores cómplices cobraran. Luis Ortiz fue arrestado en Boston y comparece este 10 de noviembre; Emmanuel Clase permanece fuera de custodia. Ambos mantienen la presunción de inocencia mientras avanza la investigación.
Un escándalo que reabre viejas heridas
El impacto ha sido inmediato. Clase es uno de los cerradores más cotizados de la liga, tres veces All-Star y con contrato millonario; Ortiz, un abridor emergente, apuntaba a consolidarse este año. La acusación no solo amenaza sus carreras, sino que reaviva el debate sobre la vulnerabilidad del deporte profesional ante el auge de las apuestas en línea.
Las autoridades estiman más de 400.000 dólares en ganancias derivadas de lanzamientos pactados entre 2023 y 2025
La MLB, que lleva dos temporadas lidiando con sanciones por apuestas, ha suspendido preventivamente a ambos jugadores mientras avanza el proceso judicial. De confirmarse las acusaciones, podrían enfrentarse a penas de hasta veinte años de prisión y a la expulsión de por vida del béisbol profesional.
Una ola que salpica a casi todos los deportes
El caso de los Guardianes no es un episodio aislado. En los dos últimos años, una serie de investigaciones ha puesto en evidencia la magnitud del problema en múltiples disciplinas. En junio de 2024, el venezolano Tucupita Marcano fue inhabilitado de por vida por apostar, incluso, a favor de su propio equipo. Cuatro compañeros recibieron suspensiones de un año, y uno de ellos, Michael Kelly, fue reinstalado tras cumplir la sanción en junio de 2025.
En la NBA, el escolta Jontay Porter, de los Toronto Raptors, fue expulsado de por vida por reducir voluntariamente su rendimiento para favorecer apuestas y apostar en partidos de la liga. Paralelamente, una causa federal en Nueva York investiga una red de apuestas e información privilegiada en la que figuran nombres de jugadores y entrenadores, algunos aún en activo.
En apenas dos temporadas, las grandes ligas norteamericanas han acumulado sanciones por apuestas y manipulación en distintos niveles
En Europa, el fútbol también vive su particular tormenta. La FA inglesa cerró este verano el caso contra Lucas Paquetá (West Ham), al considerar no probadas las acusaciones de manipulación por tarjetas, aunque sí le sancionó por no colaborar con la investigación. En Italia, Sandro Tonali y Nicolò Fagioli fueron castigados por participar en plataformas ilegales. En el tenis, el español Aaron Cortés recibió una suspensión de 15 años por manipular partidos, mientras la ITIA mantiene un registro creciente de sanciones a jugadores y oficiales.
También el MMA y el UFC se han visto salpicados. Tras una serie de apuestas anómalas en noviembre de 2025, la organización implicó al FBI para rastrear patrones sospechosos. Su presidente, Dana White, reconoció que la situación “no pinta bien”. El antecedente de James Krause, entrenador y apostador, ya había provocado vetos y sanciones regulatorias desde 2022.
La nueva frontera: microapuestas y algoritmos
La naturaleza del amaño ha cambiado. Hoy, los manipuladores ya no buscan alterar el marcador final de un partido, sino pequeños eventos dentro del juego: un lanzamiento fuera de zona, una falta temprana o una doble falta en tenis. Son las llamadas prop bets o microapuestas, mercados muy rentables que pueden pasar inadvertidos para el espectador.
Los amaños se concentran en micro-eventos: acciones mínimas con gran impacto en apuestas y escasa visibilidad para el público
Las investigaciones más recientes se activaron gracias a algoritmos que analizan en tiempo real las variaciones inusuales en las cuotas. Empresas especializadas alertan a ligas y autoridades cuando detectan patrones sospechosos, lo que ha permitido descubrir redes internacionales que mueven cientos de miles de dólares en segundos.
Un problema con larga historia
Aunque la tecnología haya cambiado, la corrupción en el deporte no es nueva. En 1919, los “Black Sox” de Chicago fueron acusados de vender la Serie Mundial, un escándalo que marcó el nacimiento de las políticas modernas de integridad. Décadas después, la NCAA vivió los casos de point-shaving en los años 50 y 60, y en 1979 el Boston College fue escenario de un fraude similar orquestado por la mafia.
De los “Black Sox” de 1919 al Calciopoli italiano, la historia muestra que la corrupción deportiva siempre encuentra nuevas formas
En Europa, el Calciopoli de 2006 destapó la manipulación de designaciones arbitrales y provocó la caída de la Juventus a Segunda División. En 2007, el árbitro Tim Donaghy fue condenado por fraude en la NBA, y entre 2009 y 2011, la operación Bochum destapó una red transnacional de apuestas amañadas con ramificaciones en más de una docena de ligas. Más recientemente, el críquet vivió sus propias crisis con los casos de Pakistán (2010) e India Premier League (2013).
Casos recientes y estatus
| Deporte | Caso | Fecha clave | Sanción/estatus |
|---|---|---|---|
| MLB | Tucupita Marcano | 04/06/2024 | Inhabilitación de por vida |
| MLB | Michael Kelly | 05/06/2025 | Reinstalado tras un año |
| NBA | Jontay Porter | 17/04/2024 | Expulsión de por vida |
| Fútbol (ING) | Lucas Paquetá | 31/07/2025 | No probado E5; culpable F3 |
| Tenis | Aaron Cortés | 09/04/2024 | Suspensión 15 años |
| UFC | Vegas 110 | 01–05/11/2025 | Investigación en curso |
| NCAA | Alabama (Bohannon) | 01/02/2024 | Show-cause y sanciones |
Una alerta global sobre integridad deportiva
El caso Clase–Ortiz no solo apunta a dos peloteros. Refleja un cambio estructural en el ecosistema deportivo, en el que el dinero de las apuestas circula con una rapidez que los sistemas de control aún no alcanzan. Las ligas han intensificado los programas de formación y las sanciones, pero la línea entre lo legal y lo ilícito se vuelve cada vez más difusa.
La expansión de las apuestas online multiplica las tentaciones en todos los niveles del deporte profesional
El desafío para 2026 será reforzar la colaboración entre ligas, operadores y autoridades judiciales sin estigmatizar a los jugadores ni criminalizar el juego regulado. El deporte ha convivido con las apuestas durante más de un siglo; lo que está en juego hoy es la confianza del público.
El caso de Emmanuel Clase y Luis Ortiz podría ser solo la punta del iceberg de una crisis silenciosa. Si algo demuestra la historia, desde los Black Sox hasta el Calciopoli, es que cada generación reinventa sus formas de corromper y de resistir. Y, en ese equilibrio frágil, se juega buena parte de la credibilidad del deporte moderno.







