El Gobierno ha planeado para los próximos días en Cataluña un dispositivo policial nunca antes visto en democracia en España. Solamente las visitas del Papa y los Juegos Olímpicos de Barcelona podrían estar a la altura de los más de 5.000 agentes que enviará el Ministerio de Interior a la comunidad. El Ejecutivo de Mariano Rajoy quiere garantizar que el 1 de octubre no se produce ningún referéndum de autodeterminación. Para ello, y para garantizar el orden y el cumplimiento de la ley, aseguran desde el ministerio, el Gobierno ya ha desplazado Cataluña a más de mil agentes, contando a la Policía Nacional y la Guardia Civil.
El principal problema logístico que se ha encontrado el Gobierno y la Dirección General de Policía ha sido encontrar alojamiento digno y seguro para tantos agentes desplazados. Muchos de ellos, hasta que les prometieron asignarles mejores condiciones económicas, se tuvieron que hospedar en pensiones de extrarradio o incluso en sofás de compañeros. 73 euros al día para comer, cenar y dormir en Barcelona no daba para mucho más.
Esta situación encendió a los agentes de policía y a sus representantes sindicales, el Sindicato Unificado de Policías (SUP), que confesaron a EL BOLETÍN las “penosas” condiciones en las que tenían que vivir los agentes desplazados. “Es todo improvisación (vacaciones suspendidas, reclamando voluntarios)”, llegaron a asegurar a este diario.
Interior y Dirección General de Policía parecían haber solucionado el problema con una mejora en la dotación económica y con el alquiler temporal de varios cruceros (tres de momentos) que aseguraba el alojamiento y la seguridad – la Autoridad Portuaria pertenece al Estado – de los agentes.
Sin embargo, la realidad interna de estos navíos no parece la mejor para desempeñar luego jornadas laborales de 10 o 12 horas.
Nueve metros cuadrados, cuatro camas
Lo que en un inicio parecía broma resultó al final ser algo muy serio. Un barco disfrazado de personajes de dibujos animados de los Looney Tunes será uno de los ‘hoteles flotantes’ que hospedará a miles de agentes antidisturbios.
El barco (Moby Dada) pertenece a la empresa italiana Moby Lines, que ha guardado silencio ante este diario cuando se le ha preguntado por el precio del alquiler del ferry entero.
El barco goza de “servicios de primera categoría”, como asegura la página especializada ‘direct ferries’. Hay diversos camarotes con baño privado, butacas (estilo autobús), restaurantes a la carta y de autoservicio, una pizzería, heladería, cantina, bar de deportes, pub, un área para niños con videojuegos, una tienda y una piscina con terraza. Aunque es evidente que durante estos días la mayoría de estos servicios no estarán disponibles.
No así los camarotes, que funcionarán a pleno rendimiento. Camarotes que van, desde alguna suite, a cuartos de 9 metros cuadrados sin ventana que albergan hasta cuatro camas. Cuatro agentes (de la UIP en este momento) en un espacio de 3 x 3 metros.
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