Cuando poner secamanos se premia más en los contratos públicos que las condiciones laborales

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Cuando poner secamanos se premia más en los contratos públicos que las condiciones laborales

La Comunidad de Madrid saca el concurso para limpiar los centros de salud y premia con 80 puntos a quien ofrezca menor precio. Y también da 10 puntos a quien ponga secamanos.

Limpieza Profesional

Madrid tiene un nuevo contrato de limpieza en sus centros de salud. Bajo un precio de salida de 54 millones de euros para encargarse de este servicio durante tres años (seis con las prórrogas), la Consejería de Sanidad ha adjudicado ya uno de sus contratos más importantes. Fissa Finalidad Social, Optima Facility Services y Garbialdi son las premiadas.

Bajo unas ofertas que han permitido al Gobierno madrileño ‘ahorrarse’ 8,89 millones (un 16,5%), estas tres empresas se han hecho con cuatro lotes donde los criterios objetivos para adjudicar el concurso marca algunas prioridades. El criterio precio sigue siendo el gran protagonista.

Así, las empresas que ofrezcan el servicio al menor precio recibirán 80 puntos de 100. Mientras, la nueva ley de contratación pública –a la que no está acogido este megaconcurso por unos meses- recomienda reducir estos porcentajes de importancia al precio para dar paso a cláusulas sociales y medioambientales.

En el otro 20% de este contrato de limpieza en los centros de salud no tienen cabida estas cláusulas sociales. La Comunidad de Madrid ha decidido otorgar 10 puntos a aquellas empresas que “oferten, incluidos en el precio de su oferta, la dotación de secamanos eléctricos”.

Garbialdi, una vieja conocida en la sanidad madrileña

La empresa Garbialdi ha sido una de las ganadoras del concurso. Se ha hecho con el cuarto lote por 9,44 millones (670.000 euros menos que el precio base de licitación), pero ya tiene experiencia en la sanidad pública madrileña. Y no se trata de una historia del todo feliz.
El verano pasado las trabajadoras de limpieza del Hospital Clínico San Carlos iniciaron una serie de protestas ante la negativa de la compañçia a pagar los salarios a tiempo y de adeudar los bonos por productividad. Años atrás, las empleadas tuvieron que ir a huelga y movilizarse porque no se cumplía el convenio y al ver que no se cubrían las jubilaciones ni las excedencias.

“La oferta incluirá de forma conjunta, la dotación, instalación, mantenimiento, reposición, retirada y en su caso limpieza, de todos los equipos ofertados”, completa la Consejería de Sanidad. Los otros 10 puntos se darán a aquellos competidores que “oferten la realización de horas suplementarias de trabajos programados”.

De esta manera, las compañías que ofrezcan 300 horas suplementarias al año de estos trabajos extraordinarios se harán con 10 puntos. Esto implica: realizar “tareas de limpieza con motivo de actos públicos, obras o pinturas”; comprometerse a reaccionar en un plazo máximo de 30 minutos a solucionar “inundaciones, actos vandálicos o derramamiento de vertidos biológicos accidentales” durante todo el año; y hacer limpieza general extraordinaria cuando lo pida la Dirección del centro de salud.

A la Consejería le importa más los secamanos que los derechos laborales

Una de las pocas obligaciones que se detalla en los pliegos a cuestiones laborales tiene que ver con un listado de los empleados que tienen que ser subrogados con la entrada de las nuevas compañías. José Manuel Freire, portavoz de Sanidad del PSOE en la Asamblea de Madrid, en declaraciones a EL BOLETÍN, hace hincapié en que “la clave está en que los contratos van a por el precio más barato”.

“Los porcentajes que se ofrecen son abusivos totalmente”, valora Mónica García, portavoz de Podemos en la Comisión de Sanidad. “A la Consejería le importa más los secamanos que los derechos laborales”, recrimina la diputada de la formación morada. Por su parte, el socialista adelanta que buscarán evitar estos escenarios, tal y como incluirán en el programa electoral.

Por su parte, una experta en contratación pública recuerda a este medio que las empresas ganadoras tienen la obligación de cumplir “sí o sí” las condiciones laborales. “Se puede dar más puntos por más trabajadores, cubrir más horas… si así se entiende que darán un mejor servicio”, relata.

En este sentido, la Consejería de Sanidad menciona que el “contratista está obligado al cumplimiento de la normativa vigente en materia laboral, de seguridad social, de integración social de personas con discapacidad y de prevención de riesgos laborales”.

La lucha de las fregonas moradas

El conflicto de Garbialdi en el Hospital Clínico San Carlos no es el único que ha protagonizado la compañía. Actualmente, las limpiadoras de la Diputación de Bizakia se han levantado contra el aumento salarial del 0,3% que les ofrece Garbialdi, lo que equivale a 0,14 céntimos diarios tras diez años de salarios congelados, tal y como recoge Público. De hecho, el choque se ha llevado seis jornadas de huelga realizadas a lo largo de las últimas semanas. «La vulneración de los derechos laborales es un chiste que ya no tiene gracia», gritan.

Al mismo tiempo, como marcan los pliegos, la empresa ganadora “deberá asegurar la continuidad del servicio con las mismas condiciones de horario y jornada establecido”. La compañía para proteger a trabajadores y usuarios, eso sí, no podrá trabajar con “amoniaco”, tal y como exige la Comunidad de Madrid.

“La empresa prestadora del servicio será la responsable del impartir la formación al personal a su cargo, de aquellos aspectos técnicos y preventivos, con objeto de adquirir conocimientos específicos para el desempeño de sus funciones. También deberá formar convenientemente a su personal en todos aquellos aspectos que incidan en la prevención de riesgos laborales”, apuntan los pliegos.

Algunas empresas tiran tanto los precios que prácticamente ninguna de las adjudicatarias cumple los convenios

A pesar de ello, la Comunidad de Madrid advierte de que “las jornadas de trabajo serán las necesarias para garantizar el correcto estado de limpieza e higiene”. “La empresa adjudicataria deberá adecuar el horario para la realización del servicio, al de la actividad sanitaria”, resume la Consejería de Sanidad.

Por todo ello, la experta en contratación consultada por EL BOLETÍN recuerda que la Administración debe hacer un “seguimiento adecuado y estricto de las condiciones del pliego y del contrato”, así como vigilar porque se “cumplen los convenios y las condiciones de subrogación”.

El problema que identifica la profesional llega a la hora de ver las ofertas de las compañías: “Algunas empresas tiran tanto los precios que prácticamente ninguna de las adjudicatarias cumple los convenios”. Por eso, como reclama Freire, “se debe garantizar que el concurso se lo das a quien ofrece más calidad” y, por ende, a quien “garantiza estándar de personal”.

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