Crisis sanitaria en Gaza por el colapso de suministros y la falta de personal médico

El colapso sanitario en Gaza se mantiene pese al alto el fuego entre Israel y Hamás, que no ha permitido recuperar el flujo previo de material médico, fármacos esenciales ni equipo sanitario. Los pocos centros aún operativos, como el histórico hospital Al Shifa, enfrentan un escenario propio de una emergencia prolongada: miles de pacientes llegan cada día, muchos de ellos heridos por los ataques recientes, y otros con enfermedades crónicas que no pueden recibir tratamiento regular. La falta de insulina, antibióticos, gasas, yodo o suero está provocando muertes evitables, según denuncian los profesionales.

La reapertura parcial del hospital Al Shifa no ha logrado aliviar la presión asistencial ante la falta de suministros

Renacer parcial del hospital Al Shifa entre los escombros

El hospital Al Shifa, que antes de la ofensiva era el mayor centro médico de la Franja, opera solo con parte de sus instalaciones tras semanas de asedio y bombardeos. Las ambulancias se alinean entre ruinas y polvo, mientras médicos y enfermeros atienden con lo mínimo.

El doctor Mohamed Abdesalam Mohcin, médico de urgencias del centro, describe un escenario devastador: “No contamos ni con yodo ni con gasas para una cura simple”, asegura. El personal sanitario ha restringido el uso de los escasos recursos a los casos más críticos.

El personal sanitario evita tratamientos de rutina porque las reservas se limitan a emergencias extremas

Pacientes crónicos sin medicación y riesgo creciente de muertes evitables

A los miles de heridos se suman personas con patologías crónicas que no pueden continuar sus tratamientos. La insulina, por ejemplo, es considerada hoy un “artículo de lujo”.

Según el doctor Mohcin, “hay un número elevado de muertes que no deberían ocurrir”, especialmente entre los pacientes diabéticos. En la sala de espera, decenas de personas aguardan diagnósticos sin garantía de recibir tratamiento. Es el caso de Jaled Hamed Hajjaj, de 62 años, que ha sufrido síntomas de trombosis pero ya no encuentra los medicamentos que antes le suministraba la UNRWA.

Los enfermos crónicos dependen de fármacos que ya no entran en la Franja, lo que dispara el riesgo de complicaciones graves

Farmacias improvisadas y abastecimiento bajo mínimos

La escasez no afecta solo a los hospitales. Las farmacias locales han quedado desabastecidas casi por completo. Youssef Ismael Abu Abeid ha instalado un pequeño puesto improvisado entre escombros en el norte de Gaza, donde vende lo poco que consigue almacenar en unos estantes protegidos por lonas y madera.

Antes de la guerra, ya existía escasez, pero ahora —explica— “no queda ni el 40% de los medicamentos disponibles hace dos años”. Espera quedarse sin existencias en una semana.

Situación estimada de disponibilidad de suministros médicos en Gaza

La disponibilidad de medicamentos ha caído a niveles inferiores al 40% respecto a hace dos años

Un sistema sanitario al límite en un contexto de contaminación y nuevos virus

Los profesionales advierten de que la acumulación de basura, cadáveres bajo los escombros y aguas contaminadas está provocando la aparición de nuevos virus sin tratamiento disponible. “Vivimos como en una era primitiva”, lamenta Youssef, alertando de que el deterioro podría derivar en un colapso total si los suministros no se reanudan.

Como dato final, la Organización Mundial de la Salud estima que más del 70% de los centros médicos de Gaza han quedado fuera de servicio desde el inicio de la ofensiva, lo que agrava aún más la respuesta sanitaria.

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