La banca estadounidense mantiene un balance sólido, con niveles de capital y liquidez por encima de los exigidos por los reguladores, pero el deterioro selectivo de algunos activos amenaza con alterar esa estabilidad. A ello se suma la creciente dependencia del sistema respecto a las finanzas no bancarias, un entramado que amplifica el riesgo de contagio en caso de tensiones.
Morosidad contenida, pero con grietas visibles
La tasa de créditos en impago de los bancos estadounidenses se mantiene en torno al 1,5%, con una cobertura de provisiones del 179,4%. Los beneficios del sector superan los 69.900 millones de dólares trimestrales, y la rentabilidad sobre activos (ROA) se sitúa en el 1,13%, según los últimos datos de la FDIC.
Sin embargo, las pérdidas no realizadas en las carteras de valores continúan en niveles elevados —395.300 millones de dólares— debido a la subida de tipos de interés, lo que limita la capacidad de los bancos para vender activos sin registrar minusvalías.
La morosidad media sigue por debajo de la etapa pre-pandemia, pero las pérdidas latentes en deuda pública y titulizaciones hipotecarias aún presionan los balances
Los analistas advierten que, si los tipos a largo plazo repuntan, las entidades medianas y regionales serían las más vulnerables.
El talón de Aquiles: oficinas y consumo
El inmobiliario comercial, especialmente el de oficinas, se ha convertido en el principal foco de preocupación. Aunque la mora bancaria promedio es del 1,57%, los créditos vinculados a edificios de oficinas registran tasas del 8,1% en el mercado de bonos respaldados por hipotecas (CMBS). La baja ocupación derivada del teletrabajo y la dificultad para refinanciar préstamos vencidos elevan el riesgo de impago.
El repunte de la morosidad en oficinas no es sistémico, pero puede contagiar a otros segmentos si persisten los altos tipos y la caída del valor de los inmuebles
En el crédito al consumo, los impagos en tarjetas de crédito han alcanzado el 3,05%, superando los niveles previos a la pandemia, mientras que los préstamos de automóviles muestran signos de tensión entre los hogares de menor renta. La deuda de los hogares asciende a 18,39 billones de dólares, con un incremento de 185.000 millones en el último trimestre.
Banca en la sombra: el eslabón más débil de la cadena
El auge de las finanzas no bancarias (NBFI) —fondos de inversión, private credit y hedge funds— multiplica los vínculos con la banca tradicional. Estas instituciones dependen de líneas de financiación, derivados y colateral proporcionados por bancos, lo que crea canales de contagio bidireccionales.
Un shock de liquidez en las finanzas no bancarias puede transmitirse rápidamente al sistema bancario a través de la caída del valor de los activos y el encarecimiento de la financiación
Los reguladores internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Pagos Internacionales, alertan de las vulnerabilidades derivadas de esta interconexión. Si se produjeran ventas forzadas o reembolsos masivos en fondos de crédito, el impacto podría sentirse en los mercados de bonos y divisas a escala mundial.
Efectos sobre la economía mundial
El deterioro de los créditos dudosos en EEUU podría trasladarse al resto del sistema financiero a través de tres vías:
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Restricción crediticia. Una subida de la morosidad obligaría a los bancos a reforzar provisiones y endurecer las condiciones de crédito.
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Contagio financiero. Las pérdidas en bonos o hipotecas comerciales afectarían al valor de las carteras internacionales.
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Canal del dólar. Los países emergentes con alta deuda denominada en dólares sufrirían un mayor coste de financiación.
Indicadores clave de la banca estadounidense (2025)
| Indicador | Último dato | Comentario |
|---|---|---|
| Morosidad total | 1,5% | Por debajo del nivel pre-pandemia |
| Cobertura de provisiones | 179,4% | Colchón cómodo frente a pérdidas |
| Pérdidas latentes en valores | 395.300 millones de dólares | Efecto de las subidas de tipos |
| Beneficio trimestral del sector | 69.900 millones de dólares | Rentabilidad estable |
| Mora en oficinas (CMBS) | 8,1% | Riesgo concentrado en grandes ciudades |
| Mora en crédito bancario CRE | 1,57% | Aumentan los impagos |
| Mora en tarjetas de crédito | 3,05% | Por encima del nivel pre-Covid |
| Deuda de los hogares | 18,39 billones de dólares | +185.000 millones trimestrales |
| Bancos en vigilancia | 59 | En descenso intertrimestral |
Perspectivas y riesgos a vigilar
La Reserva Federal mantiene una política de tipos restrictiva, mientras el crecimiento se modera. Si la inflación no baja al ritmo esperado, el coste del crédito podría seguir alto durante más tiempo, prolongando el estrés en oficinas y hogares.
Los analistas recomiendan seguir la evolución de los vencimientos de deuda comercial, la tasa de refinanciación efectiva y las provisiones para crédito al consumo. La estabilidad dependerá de la capacidad de las entidades para absorber pérdidas sin frenar el flujo crediticio.
La banca de EEUU no está en crisis, pero sí ante un test de resistencia silencioso. Si los tipos se mantienen altos y los precios inmobiliarios siguen cayendo, la combinación de créditos dudosos, pérdidas latentes y dependencia del sector no bancario podría reabrir la puerta a tensiones financieras a escala internacional.









