Las supuestas grabaciones de las confidencias que la princesa Corinna su Zayn-Wittgenstein hizo en su reunión con el comisario José Villarejo en la primavera de 2015 –que están sacando a la luz El Español y OKdiario- siguen revelando secretos muy jugosos como que Juan Carlos I “recibió una parte de los 100 millones de euros que se destinaron al pago de comisiones en uno de los proyectos estrellas de las empresas españolas en Arabia Saudí: el tren de alta velocidad a La Meca” o que el entonces rey pedía dinero para el Instituto Nóos y que era él quien daba las instrucciones,ya que “no distingue lo legal de lo ilegal”.
La “amiga entrañable del rey” como la llama el digital de Pedrojota Ramírez, asegura que el rey emérito gestionó contratos a favor del instituto dirigido por Diego Torres e Iñaki Urdangarin y según El Español la explica en las cintas que el rey Juan Carlos I habría jugado un papel relevante en las estructuras del Instituto Nóos, recordado que fue la gestión del instituto sentó por primera vez en el banquillo a un miembro de la Casa Real: la infanta Cristina y su marido, el duque de Palma.
Según la princesa, el entonces monarca recibió un porcentaje de los 100 millones de euros que entregó el consorcio de empresas a la intermediaria del proyecto, la iraní Shahpari Zanganeh, casada entonces con el traficante de armas ya fallecido, Adnan Khashoggi.
Horas después de la salida a la luz de estos audios, varios medios han publicado que la la Fiscalía Anticorrupción considera esta filtración un intento de presión por parte del excomisario Villarejo para salir de prisión, una estrategia rechazada por el Ministerio Público.
