La esposa de Jesulín de Ubrique confiesa que la operación difundida por varios medios es una invención del propio extorero. Jesulín de Ubrique se ha metido tanto en el papel cómico que interpreta en ‘Torrente 5’ que lo ha trasladado a la realidad. Todo apunta a esta tesis tras conocerse que la venta de su finca Ambiciones a unos empresarios argentinos gracias a la mediación de Fernando Esteso no era más que una broma.
Su esposa María José Campanario ha sido la encargada de desenmascarar la gracieta del extorero al asegurar en director en ‘Espejo Público’ que “todo el tema de la venta ha sido una broma”.
La prensa del corazón ha dedicado ríos de tinta a esta operación desde que saltara la liebre ayer. “Se dicen muchas cosas. Llevo trece años desmintiendo y llega un momento que cansa estar todos los días diciendo: que es mentira que nos separamos, que nos mudamos, etc. Fue una broma que se gastó a una redactora y Javier López, el representante de Fernando Esteso, la ha continuado”, ha confesado Campanario.
Según apunta Chance, el matrimonio podría haber utilizado esta estratagema para intentar descubrir al ‘topo’ de la familia. De hecho, Campanario explica que esta noticia “surge como surgen muchas noticias por una persona cercana a la familia que le gusta mucho hacer daño y que lleva muchos años contando informaciones falsas. Es una persona que le gusta darse importancia y conseguir simplemente que alguien le escuche”.
Algunos medios apuntaban a un pelotazo por parte de la familia Janeiro, ya que la finca iba a ser vendida por cinco millones de euros.
