Prefab Sprout
Cuando los medios especializados dieron la noticia, algunos aficionados, como yo mismo, sintieron un inesperado escalofrío. El hecho de que Prefab Sprout, o lo que es lo mismo ese sumo sacerdote de las letras y las melodías que se llama Paddy McAloon, estuviera a punto de publicar un disco con canciones nuevas, después de estar ausente de los estudios de grabación durante 16 largos años, despertaba a la vez ansiedad y miedo. Un potente deseo por escuchar las nuevas canciones del genio y un cierto temor a que McAloon no fuera capaz de estar a la altura de su impresionante legado después de tanto tiempo.
Y quizá por eso, la primera sensación que nos llegó tras una simple primera escucha de este deseado ‘Crimson/Red’ fue de alivio. Para después, una vez superada la prueba, descubrir de nuevo que esa especie de Merlín de largas barbas blancas, bastón y traje inmaculado en quien se ha convertido con el tiempo McAloon, está por encima del bien y del mal y no ha perdido su toque. Más aún, gracias a esta flamante colección de canciones, el líder de Prefab Sprout, consigue confirmar por si alguien lo dudaba, que hace tiempo que tiene un sitio reservado junto a los grandes compositores de la música popular de los dos últimos siglos, llaménse Bacarach, Gershwin o Lennon y McCartney.
Es, como el mismo asegura en ‘The Old Magician’, la novena canción del disco y mi favorita, un alquimista que conoce como nadie los hechizos del buen pop y, sin prodigarse demasiado, ha entregado una y otra vez discos extraordinarios que, lamentablemente, no le han aupado nunca a lo más alto de las listas, pero si le han dotado de un prestigio fuera de toda duda y de una ascendencia e influencia notables sobre las nuevas generaciones de músicos que le reivindican periódicamente.
Mc Aloon puso en marcha Prefab Sprout en 1978, aunque la banda no publicaría su primer disco «Swoon» hasta 1984, ni se daría realmente a conocer hasta su segundo disparo, aquel excepcional ‘Steve McQueen’ que les produjo Thomas Dolby un año después. Y, desde entonces, el grupo ha perdido miembros hasta convertirse por fin en un proyecto casi unipersonal y, tras una primera etapa, en los ochenta, en los que, más o menos, hubo una cierta continuidad en la publicación de discos y en las giras, empezó a dilatar más y más los periodos de silencio que, sin embargo, siempre se vieron atenuados por remezclas, nuevas recopilaciones y algún intento de aventura en solitario que sirvieron para hacer más llevadera la espera a los fans.
Además, antes de la confirmación de que esté ‘Crimson/Red’ estaba listo, las noticias no eran buenas. Se decía que el gran Paddy había perdido visión y capacidad auditiva y que había fallado ya en un par de intentos de reunir una colección de canciones mínimamente aceptable para ser publicada. Pero, lo cierto es que si esa crisis se produjo habría quedado completamente superada.
Para lograrlo, McAloon ha hecho lo de siempre. Ser fiel a sus convicciones y seguir profundizando en su estilo sutil y armonioso, en esa certera construcción melódica y en esos elegantes arreglos que le han hecho célebre. Que nadie se acerque, por lo tanto a este disco, esperando una revolución sonora. Los nuevos temas de Prefab Sprout son otros diez clásicos en formato reducido que suenan contemporáneos y sublimes, precisamente gracias a su decidida apuesta por la intemporalidad. Y que impresionan más aún, al saber, que muy al estilo de su admirado Todd Rundgren en su época gloriosa, todo lo que escuchamos es prácticamente obra de un solo hombre, un músico laborioso y artesano con espíritu de orfebre que ha redondeado unas esculturas sonoras destinadas a perdurar.
Aquí esta todo lo bueno. Sedosas guitarras acústicas de cuerdas de acero que conforman agradable colchones para que fluyan las melodías, armónicas sugerentes, baterías con el pulso justo para facturar medios tiempos mortales de necesidad, detalles sutiles de guitarra eléctrica que se aprecian durante sólo unos segundos pero perduran horas en el recuerdo, y un completo arsenal de sabiduría pop, que más de un advenedizo debería estudiarse para saber de verdad de lo que habla.
Ya desde el primer trallazo, ese ‘The best jewell thief in the world’ con el que McAloon abre fuego se siente esa sensación de poderío y euforia contenida que aportan siempre las grandes canciones a los oyentes atentos. Pero por supuesto hay muchas más. La melancólica ‘Adolescence’, que sin embargo se eleva sobre un ritmo vivo al que ponen pausa los acordes largos de una guitarra acústica, lánguida. La misteriosa ‘The Dreamer’ con un bello inicio de piano y guitarra eléctrica y un prodigioso uso de los silencios y las cuerdas falsas…Y así hasta diez.
En fin que, en estos tiempos en que nadie compra discos, aún hay tipos como Paddy McAloon empeñados en la tarea de completar álbumes tan preciosos como indispensables. Descárguenselo si quieren para una primera cata. Pero apresúrense a pagar por esto luego. Es cierto que, como decía el sabio Bob Dylan, quizá el 90% de la música que padecemos no tiene la calidad suficiente para que nadie gaste su dinero en adquirirla. Sin embargo, este ‘Crimson/Red’ de Prefab Sprout es una joya, que no debería faltar en la discoteca de ningún aficionado a la música popular. Se lo digo yo y me lo confirmarán ustedes cuando lo hayan escuchado. Seguro.
