Los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy también van a llevarse por delante las glorias deportivas de España. O, al menos, esto es lo que opinan Ian Rogers y Teresa Larraz, dos periodistas de Reuters que han escrito sobre el asunto.
El artículo se inicia con un listado completo de los últimos desastres registrados por las grandes estrellas del deporte español: la caída prematura de Nadal en Wimblendon, el coche incendiado de Fernando Alonso, la derrota de la Roja en la final de la Copa Confederaciones y así.
Estos sucesos que podrían interpretarse como un momento de mala suerte puntual son tratados en este artículo, sin embargo, como el inicio de un declive inevitable que llegará por culpa del impacto de la recesión económica y de los recortes.
Y no se trata del típico trabajo antiespañol. Larraz y Rogers exhiben argumentos de peso para justificar su visión negativa del futuro. En su opinión, el despegue del deporte español se produjo en paralelo con una clara apuesta inversora que ha desaparecido.
Los tijeretazos presupuestarios hacen que algunos deportistas de élite, de las disciplinas olímpicas tengan dificultades para entrenarse en unas condiciones mínimas. Y las ayudas se retrasan o no se cobran e incluso tienen que pagar de su propio bolsillo, el equipo, el transporte y los alojamientos para competir.
Según las cifras que maneja Reuters, en los últimos años la inversión pública se ha desplomado. De los 76,3 millones de euros de 2009, año en el que se iniciaron los recortes a los 34,1 millones que se han presupuestado este año.
En el caso del atletismo por ejemplo, el recorte de este año ha sido del 47% con respect al anterior y se ha quedado en 2,8 millones de euros, menos de la mitad de los 7 millones que supuso en 2008.
