El festival de Glastonbury de este año parece confirmar la última tendencia dominante en el mundo del pop: el regreso a la década de los setenta.
O algo parecido. De momento, las dos grandes triunfadores del festival ‘más moderno’ del mundo son dos bandas veteranas que vivieron parte de su esplendor en aquellos años. Como los Chic, todavía con Nile Rodgers al frente o The Rolling Stones, que actuaban por primera vez en el evento.
La banda de Rodgers se hizo famosa por conseguir que los raqueros de la época, incluidos los mismísimos Stones, se acercaran a la entonces vibrante escena de la música disco que, sin embrago, era considerada demasiado comercial por los entendidos.
Y ahí sigue. Con el mismo latido funky, la misma instrumentación orgánica y, lamentablemente, las mismas canciones de entonces. Aunque el hecho de que este repertorio no sea del todo conocido de las nuevas generaciones les ha ayudado a triunfar en Glastonbury.
También lo han hecho, claro, los Rolling Stones, cuya edad media se acerca ya a los 70 años. A pesar de lo cuál son capaces todavía de aguantar con gran intensidad un concierto de más de dos horas. Su repertorio, lleno de clásicos de todos los tiempos, es también la gran baza que les asegura el éxito en todas las plazas.
