Natalio Grueso era el director del Centro Niemeyer en 2010, un año cuyas cuentas finales han sido puestas en duda ahora por los auditores y hace un año por el entonces presidente de Asturias Francisco Alvárez Cascos. A pesar de las polémicas Ana Botella decidió traérselo al Ayuntamiento de Madrid.
Al final, las números de la Fundación Niemeyer durante la etapa de Grueso no cuadran. Se echan en falta casi 500.000 euros, según los expertos de Deloitte, que han reformulado las cuentas de la institución del año 2010 y elevado a 725.000 euros las pérdidas que inicialmente eran de 283.000.
El gestor cultural contaba con el pleno apoyo de la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela que ahora se siente engañada y decepcionada. Además de estar en el centro de una tormenta política en la que ha llegado a recibir acusaciones directas de la oposición que relacionan a Grueso con el cobro de comisiones procedentes de presupuestos inflados.
Hasta el PP asturiano le crítica, lo que supone una clara contradicción con las atribuciones que la alcaldesa de Madrid ha otorgado en la capital de España a Natalio Grueso que ejerce como director del Programa de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid y ha tomado algunas decisiones cuestionadas por la comunidad artística como rescindir el contrato de Manuel Gas en el Teatro Español. Grueso consideraba que sus montajes, como el exitoso ‘Follies’ eran demasiado caros.
Sin embargo, para el PSOE asturiano resulta paradójico que ahora el PP de Aviles critique el elevado sueldo que tuvo Grueso en el Centro Niemeyer y nadie diga nada de lo que cobra en el Ayuntamiento de Madrid, en un momento en que arrecían los recortes en Cultura. Según los socialistas de Avilés, Botella contrató a Gruso con su sueldo de 80.000 euros al año, más otros 14.000 en concepto de dietas por vivienda.
