Los polémicos cambios que se han producido últimamente en el Patronato de la Fundación Thyssen continúan dando que hablar en los mentideros del ambiente artístico madrileño. Ahora , según algunos rumores muy extendidos, algunos patronos presionarían al Gobierno para que Rodrigo Rato abandonará su puesto tras la entrada de Isidro Fainé en el cónclave.
Pero, al parecer, en La Moncloa no quieren precipitarse. Rodrigo Rato llegó al Patronato de la Fundación que gestiona la colección del Museo Thyssen en 2010, con un Gobierno del PSOE y lo hizo, por su condición de presidente de Caja Madrid.
Un cargo que aún ocupa. Y, por lo mismo, el entorno de Rajoy parece preferir que no haya ningún movimiento hasta la que disolución de la entidad financiera sea efectiva.
Hay quien confía en que la ‘liquidación’ de la caja madrileña se produzca a finales de este mes de noviembre, o en todo caso, antes del día 13 de diciembre, momento en que el presidente de la La Caixa, Isidro Fainé debe tomar posesión de su cargo tras el cese del Ramón Caravaca, un experto en gestión cultural que llegó al patronato.
Pero también habría un sector en el propio Patronato que intenta conseguir la permanencia de Rato o, cuando menos, su sustitución por otro alto representante de las finanzas madrileñas que pueda ejercer como contrapeso por el excesivo poder que tendrían ahora las instituciones catalanas en el Museo.
Quienes supuestamente ‘patrocinan’ esta opción también atribuyen la etiqueta de ‘representante catalán’ al otro recién llegado a la Fundación el vicesecretario general de Repsol, Miguel Klingenberg.
Según estas versiones, la petrolera tiene un presidente, Antoni Brufau, que procede del entorno de La Caixa, con lo que creen que esta entidad, en cierto modo competidora por la actividad que mantiene a través de su obra social, va a estar ‘sobrerepresentada’.
