Juan Antonio Muriel: Caminar. Los grandes éxitos de un clásico

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Juan Antonio Muriel: Caminar. Los grandes éxitos de un clásico

Juan Antonio Muriel

Aunque el gran público sólo recuerda a Juan Antonio Muriel por su participación, como autor de la música, en la canción ‘Princesa’, con letra de Joaquín Sabina, que llegó a defender en el Festival de Benidorm, sus canciones han figurado con cierta frecuencia en discos de artistas ‘superventas’ como la mismísima Pasión Vega, sin ir más lejos.

Pero Muriel, no es solamente un artesano de la composición, con esa capacidad, cada vez más extraña, de contar en poco más de tres minutos una historia emocionante. Ni siquiera es sólo un cantautor antiguo de aquella generación, la de Krahe o Sabina, que tomó el relevo de los clásicos y fue relevada a su vez por la siguiente camada, la de, por ejemplo, Ismael Serrano.

Muriel es, sobre todo, un hombre tranquilo, que se acompaña muy bien con la guitarra y disfruta en los comprometidos directos de los pequeños clubs. Quién haya tenido la oportunidad de verle, por ejemplo, en Libertad 8 o ‘La Cueva del Bolero’ sabe a qué nos referimos. Sus conciertos son una experiencia de alto voltaje que surge de la sencillez y crea un ‘reino de taifas’ en el que el tiempo casi desaparece en honor de su afortunado público.

Y ‘Caminar’, el disco con el que regresa a los estudios de grabación después de una larga temporada alejado de ellos, tiene muchas de las características de cualquiera de sus conciertos. Para empezar se trata de una interesante puesta al día de sus grandes temas, con lo que sirve como introducción perfecta para todos aquellos que no hayan tenido hasta ahora el placer de encontrarse con la obra de este singular artista malagueño.

Aquí están, por supuesto ‘Princesa’ y ‘No me dejes a solas’, clásicas entre las clásicas, pero también otras propuestas de gran calado como ‘Plaza del Atril’, ‘Lisboa’, o ese ‘Cuanta ironía’ que tantas veces ha sonado en las noches madrileñas en múltiples versiones de los también múltiples admiradores de este poeta de lo sencillo que, a falta de llenar los grandes estadios que otros abarrotan, ha conseguido que su música alegre unos cuántos corazones. Lo que tampoco es una tarea fácil.

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