Metallica decidió usar su fama y su música para ayudar a encontrar al responsable de un homicidio ocurrido en 2009 que aún no ha podido ser resuelto por el FBI. El cantante de la banda ha pedido ayuda a la población para esclarecer el asesinato de una chica a la que mataron tras asistir a uno de sus conciertos en Virginia y ha ofrecido 50.000 dólares a quien de información que lleve a la detención del criminal.
El célebre conjunto grabó un aviso de servicio público como parte de una campaña publicitaria que intenta descubrir pistas sobre el autor de la muerte de una estudiante que pertenecía al Instituto Tecnológico de Virginia y que, precisamente, desapareció tras asistir a un concierto de la banda de rock, informó el diario El Mercurio.
En internet circulará un video del vocalista del grupo, James Hetfield, en el que pide a la comunidad que denuncie al individuo o avise a la policía si cree que ha reconocido al sospechoso. «Recuerden, cualquier información, por muy pequeña que usted crea que sea, podría ser una pieza clave que los investigadores puedan necesitar para ayudar a resolver el caso», declaró el cantante.
Las autoridades del área de Jefferson ofrecen una recompensa de 100.000 dólares por información que lleve al arresto del presunto autor de la muerte de la joven, y el grupo Metallica ofrece 50.000 dólares que se suman a dicho cantidad.
El FBI y la Policía Estatal de Virginia anunciaron ayer la campaña para tratar de esclarecer el caso de Morgan Harrington, de 20 años, quien aspiraba a ser profesora. Tras asistir a la presentación de Metallica en Charlottsville, Virginia, en octubre del 2009, su rastro se esfumó.
Tres meses después, su cadáver fue encontrado en un campo de heno situado a 16 kilómetros del lugar del concierto. La policía dijo que Harrington se separó de sus amigos temprano, cuando le negaron el reingreso al evento musical. Fue vista por última vez mientras «hacía dedo» a automovilistas. Su camiseta fue hallada fuera de un edificio de viviendas cerca del auditorio Charlottesville, pero una cámara y un collar de cristal que llevaba siguen desaparecidos.
El único sospechoso hasta ahora en el caso fue relacionado por el FBI con una agresión sexual ocurrida en septiembre del 2005 en Fairfax City, Virginia, donde una mujer que iba a su casa después de hacer compras fue atacada por la espalda, arrastrada hasta un depósito y atacada.
