La eliminación de alquileres para ahorrar en gastos puesta en marcha por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias ha sacado a la luz algunos de los lujos con los que han podido contar los miembros del Ejecutivo regional en los últimos años.
«El más sorprendente, de momento, se ha localizado en el edificio Ovalum de Las Palmas de Gran Canaria, lugar al que se trasladó durante la pasada legislatura la sede de la que por entonces se denominaba Consejería de Presidencia, Justicia y Seguridad», tal y como explica el rotativo canario.
Con motivo de su adecentamiento para ser devuelto en las mismas condiciones en las que se alquiló -así lo estipula el contrato-, pues el Gobierno ha decidido prescindir de este inmueble para ahorrar 211.000 euros, se ha tenido que desinstalar una ducha de hidromasaje que se había colocado en el baño del despacho que ocupaba el consejero del área.
Su instalación se produjo en el año 2008 y formó parte de las obras que el Ejecutivo regional realizó para adaptar el inmueble a las necesidades de la Administración. Y todo ello pese a que no fue una petición específica de quienes iban a ser los próximos moradores del local. Sobra decir que la colocación de la ahora controvertida ducha de hidromasaje fue avalada por la Dirección General del Patrimonio y Contratación, dirigida en aquel entonces por el dirigente del Partido Popular (PP), Paulino Montesdeoca, quien acabaría dimitiendo del cargo a finales de ese mismo año. Cabe recordar que durante gran parte de la legislatura pasada gobernaron en pacto Coalición Canaria (CC) y PP.
Culminados los trabajos en el inmueble, el despacho del edificio Ovalum fue ocupado por José Miguel Ruano, consejero durante la pasada legislatura de Presidencia, Justicia y Seguridad.
Fuentes del equipo del que formó parte el propio Ruano confirmaron la existencia de la ducha, pero precisaron que cuando el consejero se trasladó al despacho, la ducha estaba ya instalada y que, ni siquiera, llegó a ser utilizada por el exdirigente regional durante su estancia al frente de la Consejería. Es más, estas fuentes precisaron que la instalación de la pieza nunca fue una petición del consejero.
Ahora, la ducha de hidromasajes se encuentra en un garaje de la capital grancanaria, a la espera de que puede ser reinstalada en otro lugar, pues, al igual que otros bienes, forma parte del patrimonio de la Comunidad Autónoma.
Su desinstalación y la reparación que de ella se ha derivado -reposición del suelo y las paredes- ha costado a las arcas de la Comunidad autónoma alrededor de unos 1.000 euros.
