El diario Carin habla con el bailarín Joaquín Cortés que regresa a Argentina con Calé, un espectáculo en el que el artista español quiere hacer “un balance de de estos treinta años como bailarín y veinte como coreógrafo”. En la entrevista, el artista explica su peculiar estilo, recuerda sus comienzos y da su opinión sobre Farruquito, que también actúa en Buenos Aires: “Es un bailaor que hace el flamenco tradicional; pertenece a una familia muy admirada, sobre todo por su abuelo, Farruco”. “Es un muchacho que viene haciendo lo mismo que su abuelo y le deseo lo mejor”.
En la entrevista, el diario argentino pregunta Cortes por sus inicios como coreógrafo de sus propios espectáculos poco convencionales para una artista flamenco. Y Cortes responde que “Fue algo natural. Tenía 19 años y pertenecía al Ballet Nacional de España cuando decidí que quería volar, no seguir atado a algo tan ortodoxo ni quedarme estancado. Creé un estilo, una fusión de danza y de música que fue una bomba en ese momento; después fue imitado en todas partes. También fui un pionero en meterme en el mundo de la moda y en usar otro tipo de luces además de la música en vivo. Fui muy criticado, pero ahora todos se vuelven locos por conseguir diseñadores para sus espectáculos. El flamenco tampoco ponía luces a la manera del rock and roll ni grandes pantallas audiovisuales como empecé a hacer yo.
Sobre las críticas que ha recibido por parte de los puristas del flamenco, el artista considera que “las críticas son buenas cuando hablan del espectáculo y no del personaje. Respecto de mí se decía: “Joaquín hace esto, dice esto otro”. Pero cuando mostraba mis producciones en las plazas de toros –también fui pionero en esto-, vendía todas las entradas y aplaudían de pie. Así que la crítica no importaba demasiado”.
Cortés quiere dejar claro que: “Lo mío es el flamenco porque se trata de mi raíz, pero desde el principio dije que hacía fusión, de danza y música”. Explica que “en la danza es una mezcla de flamenco con danza contemporánea, clásico y española. Y en la música, que la creo con los músicos que trabajan conmigo, mezclamos el flamenco con el jazz, el gospel, la salsa, la música clásica y la música árabe”.
Respecto a su último espectáculo, Cortés señala que “no son fragmentos de cosas ya hechas, sino que intenté hacer un viaje en el tiempo… De dónde vengo y dónde estoy ahora, un balance de estos treinta años como bailarín y veinte como coreógrafo. He hecho viajes en el tiempo para saber de dónde venía y este nuevo espectáculo que se llama Calé y que en nuestra lengua quiere decir gitano, es un poco la historia de un gitano a través de seis obras que han dado la vuelta al mundo.