La versión israelí del “Gran Hermano” será objeto de debate la semana que viene en el Parlamento (Kneset) e investigada por una comisión especializada de la Autoridad de Radio y Televisión, tras revelar un diario que algunos de sus participantes recibieron medicación psiquiátrica.
El escándalo lo destapó el diario Yediot Aharonot a raíz de las denuncias de varios de los participantes de ediciones anteriores de que habían sido manipulados por los productores del programa con fármacos innecesarios, según informa Efe. «Jugaron con nuestro cerebro», asegura uno de ellos sobre los tratamientos que recibieron en secreto cuando entraban al confesionario.
Los concursantes relatan que cuando se quejaban de que no podían más y querían salir del programa, el Gran Hermano los derivaba a un psiquiatra que «decidía la administración de medicamentos psiquiátricos», afirma el diario. Y explicaron al Yediot Aharonot que fueron obligados a firmar un contrato en el que se comprometían a tomar las pastillas que les recetara el psiquiatra, un conocido médico que trata a famosos y que el año pasado estuvo en el epicentro de otro escándalo.
La Autoridad de Radio y Televisión israelí ha abierto expediente de investigación a los productores por presuntas irregularidades y violación del código ético, aunque éstos desmienten las acusaciones.
Las graves acusaciones vertidas contra el reality israelí pueden tener repercusiones en España ya que es tradicional que los ‘Gran Hermano’ de los distintos países se intercambien participantes. Es más en diciembre de 2010, Jackie Menajem un joven hebreo de 23 años, entró en la casa de Guadalix de la Sierra para convivir con los participantes del reality español. Y lo mismo sucede con Brasil.
Anoche mismo desembarcó la brasileña Laisa Portela en la edición española. Es una ex concursante de ‘Big Brother’ Brasil y ha protagonizado las escenas más tórridas del ‘reality’ carioca. Así, se convirtió en la primera concursante en hacer un ‘edredoning’ en su edición y mantuvo una relación sentimental con Yuri, otro concursante. A finales de febrero el público brasileño decidió expulsarla del concurso con un amplio porcentaje de votos, cerca del 88%. Dicen que va a revolucionar la casa.
