No sería de extrañar que el dramaturgo tomara estas sustancias pues en la Inglaterra del siglo XVII fumar marihuana y hojas de coca era una alternativa al tabaco. Francis Thackeray y su equipo de la Universidad de Witwatersarandm (Johannesburgo) han encontrado restos de nicotina, cocaína y cannabis las pipas que pertenecieron a William Shakespeare, lo que indica que el inmortal autor podría haber escrito obras tale como Hamlet y Romeo y Julieta bajo los efectos de las drogas.
El grupo de investigadores así lo ha publicado en el South African Journal of Science, tal y como recoge Quo. En su estudio han señalado que se encontraron cuatro pipas en el jardín del dramaturgo y otras dos aparecieron con restos de cocaína en la casa donde nació en Stratfort-upon-Avon.
Tras analizar las pipas con técnicas de espectrometría y cromatografía de gases, los científicos han confirmado que las pipas tienen alrededor de 400 años de antigüedad. Estas pruebas avalan que las anteriores teorías que sugerían que Shakespeare era adicto a varias sustancias ilegales. El propio Francis Thackeray fue uno de ellos.
Thackeray pidió en 2011 la exhumación del cuerpo del escritor para conocer más sobre su muerte y si realmente consumía cocaína y cannabis de modo habitual. Pese a lo descabellado que podría parecer a priori, no sería raro teniendo en cuenta que en la Inglaterra del siglo XVII fumar marihuana y hojas de coca era una alternativa al tabaco.