Hollywood empieza a pagar la factura de los beneficios ‘robados’ en la edad dorada de los videoclubs

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Hollywood empieza a pagar la factura de los beneficios ‘robados’ en la edad dorada de los videoclubs

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Universal compensará a los herederos de Colin Higgings con 26 millones de dólares (23,21 millones de euros) por las ganancias de ‘La Casa Más Divertida de Texas’. El ‘presunto’ robo tuvo lugar hace 33 años y Universal insiste en que no fue tal. Aun así, los abogados de esta ‘major’ de Hollywood han preferido no correr riesgos y han alcanzado un acuerdo extrajudicial con los herederos del director Colin Higgins para evitar sentarse en el banquillo de los acusados por un posible fraude.

No es sólo dinero lo que hay en juego, según los demandantes. Pero las compensaciones económicas ayudan. Así que ha habido pacto y no habrá juicio, porque los actuales responsables de la compañía han aceptado pagar 26 millones de dólares (23,21 millones de euros) para evitar el litigio.

El dinero abonado ahora serviría para completar el porcentaje de los beneficios que Universal no abonó en su día a este cineasta y que, sin embargo, sí le correspondían por el dinero ingresado por la explotación de la película ‘La Casa Más Divertida de Texas’ en el mercado del video.

La empresa asegura que jamás cometió ilegalidad alguna, a pesar de reconocer que en la liquidación correspondiente a Higgins por las ganancias de la distribución de la película y el DVD no se realizó sobre el 100% del dinero obtenido.

De hecho, sólo se consideró en su momento el 20% de las ganancias a la hora de establecer los emolumentos del director y coguionista. Desde la ‘major’ explican que “esa era la práctica habitual de Hollywood” en aquellos días.

Y es bastante probable que sea cierto. Lo que no es, en absoluto, una buena noticia para las grandes compañías en este momento. La ‘victoria’ de Higgins, según los vaticinios de algunos expertos consultados por ‘Los Angeles Times’, puede animar a muchos otros damnificados a reclamar ahora el dinero que no cobraron entonces.

De ser así, la factura será muy voluminosa para una industria en plena reconversión. Sobre todo, porque las ‘majors’ en los últimos años del siglo XX vivieron una verdadera edad de oro, gracias a los videoclubs y los dvd.

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