Vitoria estaba motivada, le apetecía dejar huella y pasar a formar parte de el Libro Guinness de los récords. Su propuesta fue una tortilla de patata gigante elaborada por el cocinero Senén González. El pasado 2 de agosto, Vitoria entera se congregó en un evento organizado con la intención de obtener el preciado título del Libro Guinness coincidiendo con ser conocida como Capital Española de la Gastronomía.
Todos pensaban que habían conseguido ser los creadores de la mayor tortilla de patata de la historia. Pero a pesar de todo el esfuerzo, la maxitortilla no ha conseguido quedar la primera del mundo. Y es que la organización de tal preciado libro mágico exponía en un email enviado a tierras vascas que “las pruebas enviadas como parte de la solicitud no superan el récord existente que permanece en 11,036 toneladas que fue conseguido en Japón el 19 de marzo de 1994”.
Encima de que los vascos no consiguieron el premio, tampoco prepararon la tortilla como se debe de hacer, es decir, siguiendo las normas propias que marca el Libro Guinness. Y es que la tortilla debía ser preparada como se hacen las tortillas de patata, no ensamblando tortillas precocinadas hasta conformar una gigante. El cocinero dueño del Sagartoki se ha defendido a la Cadena SER diciendo que “el Ayuntamiento le encargó el trabajo de hacer una tortitta de un tamaño que ellos dedicieron”.
Ahora el Ayuntamiento y todos los indignados se niegan a pagar los costes del evento que ascienden a 45.000 euros por preparar una sola tortilla. Ayer lunes, en la comisión de Promoción Económica, los partidos de la oposición se preguntan qué hará ahora el PP y si reclamará los 45.000 euros que pagó al cocinero para realizar la tortilla.
