‘Tough Love’, un disco de Jessie Ware

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‘Tough Love’, un disco de Jessie Ware

Tough Love, un disco de Jessie Ware

La artista británica dignifica el gran pop comercial de siempre en su más que potable segundo disco. ¿Es posible hacer pop comercial de calidad? Evidentemente, sí. De hecho, cuando este estilo de música adquirió su nombre, allá por la década de los sesenta del pasado siglo, no existía ninguna otra posibilidad.

Pop era la música que hacían los Beatles, los Rolling Stones, o los Kinks. También Nancy Sinatra, Petula Clark y las canciones de Burt Bacharach.

La base de toda aquella música monumental que se produjo en la época eran las canciones. Las grandes canciones. Melodías memorables, letras inteligibles, pero cuidadas al milímetro y bases rítmicas que propiciaban el baile y el desenfreno adolescente.

Hasta hubo autores y artistas que fueron capaces de reflejar los sentimientos, los deseos y las aspiraciones de una generación entera. Ya saben a que me refiero. Y si no les suena, basta con que consulten cualquier manual de historia.

Y, además, estas maravillosas canciones, disponibles en YouTube para quien quiera recordarlas o acercarse a ellas por primera vez, eran perfectos artefactos comerciales que vendían millones de discos en todo el mundo.

A pesar de este éxito, o quizá gracias a él. los productores y arreglistas de la época dorada, corrían riesgos. Muchos riesgos. Tantos que sería difícil ahora encontrar dentro de la decaída industria, personajes con tanto coraje.

Tenían valor para apostar por formatos imposibles, sexualidades ambiguas y ‘looks’ de radicalidades extremas. Y también para explotar, hasta el límite de sus posibilidades, los recursos que les aportaban unas tecnologías de grabación que se encontraban en la prehistoria.

Baste decir que contar con 16 pistas era un lujo al alcance de muy pocos y que los cantantes no contaban con nada parecido al ‘protools’. O afinaban o les tocaba dedicarse a otra cosa.

Luego, no se sabe bien cómo, el edificio entero se fue viniendo abajo. Y, quizá por eso, hoy por hoy, la palabra pop es sinónimo de éxito sí, pero ramplón, predecible, sin sustancia alguna. Delicias insípidas para el consumo rápido que no dejan poso alguno en el oyente. Olvidables, sustituibles y con pocas posibilidades de pasar a la historia. Afortunadamente, claro.

Pero, mire usted por donde, todavía quedan algunos motivos para la esperanza. O eso podría deducirse, cuando uno se encuentra con discos como este ’Tough Love’ del que nos ocupamos hoy.

Es el segundo que publica la cantante británica Jessie Ware y en el que ha intentado hacer más accesible su música, en busca de ampliar la repercusión que ya obtuvo con ‘Devotion’, su aclamado primer álbum.

Cuentan en ‘jenesaispop.com’ que en sus primeras entrevistas, Jessie Ware solía decir que le «encantaba jugar a ser una estrella del pop». Y dicen también que, quizá tras la publicación de ‘Tough Love’, tenga que dejar de jugar a eso, porque es probable que entre a formar parte de la realeza.

Para conseguirlo, Ware ha reunido una larga nómina de colaboradores, productores y compositores asociados, muy en la línea de lo que suele hacerse en estos tiempos. Y aunque todos dejan su impronta, es obvio que la fascinante personalidad de esta artista consigue convertir en un producto homogéneo el resultado de este batiburrillo de nombres ilustres.

Está Ed Sheeran, por ejemplo, el coautor de esa maravilla llamada ‘Say You Love Me’ que, además de ser mi canción favorita del álbum por el momento, va a estar en todas las listas de lo mejor del año que se publiquen. O debería.

O ‘Want Your Feeling’, donde la estrella invitada es Dev Haynes (Blood Orange), otro favorito de esta casa, que conduce el asunto por ese nuevo sonido bailable ‘made in New York’ que ha seducido al ‘radical chic’ de medio mundo.

Y hay muchas otras claro. Hasta quince piezas en los 58 minutos que dura la edición ‘de luxe’ del álbum. Un burbujeante cocktail que puede seducir por igual a los fan de Prince o Beyonce, como a los de Fangoria o Pet Shop Boys.

Y sí. Es pop. Buen pop con bases electrónicas, un alto contenido en tecnología, intenciones de alcanzar el éxito y dispuesto a arrasar en todas las pistas de baile. Incluidas las de las bodas y bautizos contemporáneos. ¿Un placer culpable? Quizá sí. Pero que quieren que les diga. Me he quedado colgado de esta chica y no me importa reconocerlo. Es lo que tiene ser un veterano. No hay que dar explicaciones.

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