CCOO denuncia que la desaparición del canal temático se enmarca en el plan de troceo del Ente público que impulsa la actual dirección. Sólo unos meses después de su firma, el II Convenio de RTVE, denunciado por algunos sindicatos, parece a punto de convertirse en papel mojado tras las últimas noticias sobre los planes del actual presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique.
Tras la inesperada dimisión del director de TVE, Ignacio Corrales, cuya cabeza ha ‘entregado’ Echenique para calmar las tormentas provocadas por la caída de la audiencia, el responsable de la radio y la televisión pública ha presentado un nuevo plan que pone en cuestión los pactos suscritos con la representación de los trabajadores.
O, al menos, está en la opinión del sindicato CCOO, tal vez el que con más dureza se ha ido enfrentado a los planes del actual equipo gestor, al que ha denunciado ante los tribunales por proporcionar información falsa a los representantes de los trabajadores durante la negociación del convenio.
Para este sindicato, la proyectada fusión de Teledeporte y La 2, con la que Echenique espera ahorrar 38 millones de euros, es otro paso en un plan destinado al troceo del ente público para su venta posterior.
De momento, esa operación ya modificaría la estructura de la Corporación que, además, se verá ‘empequeñecida’, y más vulnerable, con una argucia contable que recorta en 390 millones el capital social de RTVE que, quizá, solventa a corto plazo algunos problemas económicos pero que “un futuro próximo la dejará descapitalizada y sin recursos”, según asegura CCOO en una comunicación a sus afiliados.
Es más o menos lo mismo que la aportación extraordinaria de 130 millones de euros realizada por el Estado para permitir a la empresa salvar el ejercicio. Pero que no avanza en la necesidad de dotarla de un sistema de financiación estable.
Además, a cambio de tal inyección de liquidez, Echenique ha tenido que elaborar un Plan de Eficiencia que, además de incluir las medidas de las que hablábamos antes, plantea una reducción del 5% en la nómina de contratados, y lanza un plan de bajas incentivadas amortizables.
Una destrucción adicional de empleo que mermará aún más los recursos humanos de la corporación, ya bajo mínimos en opinión del sindicato, y que ‘obligará’ a la compañía a entregar más y más trabajo a las productoras privadas, las beneficiarias finales de todo el proceso.
Además, en este proyecto, que el Consejo de RT VE aprobará en unos días, se contempla una nueva ola de recortes salariales para la plantilla que se articulará anulando los pagos de disponibilidades, complementos por programa y pluses, junto a la adopción de medidas que llevarán al límite los actuales esquemas de clasificación profesional y movilidad funcional.
