La fiscalidad europea vive un cambio de ciclo: al mismo tiempo que se consolida el Pilar Dos (mínimo global del 15% para grandes grupos), varios gobiernos reabren el debate sobre gravar grandes patrimonios, ajustar impuestos corporativos y blindar la base imponible frente a paraísos fiscales.
España, con un mix de Sociedades al 25%, mínimo global activo para multinacionales y un gravamen estatal a las grandes fortunas, se alinea con la corriente europea, pero mantiene una presión fiscal inferior a la media de la UE, lo que condiciona su margen recaudatorio
España frente a Europa: presión intermedia y mínimo global operativo
España registra una presión fiscal en torno al 37,0% del PIB frente al 40,0% de la UE y el 40,6% de la eurozona; el tipo general de Sociedades es 25% con alivios para microempresas; desde 2024 rige el mínimo global del 15% para grupos de 750 millones o más; y conviven el Impuesto sobre el Patrimonio (autonómico) y el gravamen estatal a grandes fortunas a partir de 3 millones de euros
España combina presión fiscal media con un marco más exigente para multinacionales y grandes patrimonios
Qué impuestos están en vigor y cuáles estudia Europa
El gran salto normativo es el mínimo global del 15% a multinacionales (Pilar Dos), que busca garantizar una tributación efectiva mínima en cada jurisdicción, con tres piezas: la regla nacional (impuesto complementario doméstico), la inclusión de rentas y la cláusula de beneficios insuficientemente gravados.
En paralelo, varios países europeos discuten impuestos a la riqueza o refuerzos del IRPF sobre rentas del capital para elevar la recaudación recurrente y contener la competencia a la baja entre territorios.
El mínimo global del 15% acota los resquicios de planificación fiscal agresiva de los grandes grupos
En España, el Impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas opera como “suelo” estatal donde existen bonificaciones autonómicas del Patrimonio. El debate político gira en torno a su vigencia y encaje dentro de una eventual reforma más amplia de la tributación patrimonial y la financiación autonómica.
El gravamen a grandes fortunas se consolida como herramienta puente mientras se define la reforma patrimonial
Paraísos fiscales y listas europeas: la otra palanca
La lista europea de jurisdicciones no cooperativas se actualiza dos veces al año y condiciona medidas defensivas (retenciones, límites a deducciones, transparencia). Su revisión periódica busca presionar para elevar estándares globales de cooperación fiscal y reducir el traslado artificial de beneficios.
La lista europea funciona como barrera reputacional y técnica frente a estrategias de elusión
Tabla comparativa (UE, eurozona, España)
Indicador | España | UE | Eurozona | Notas |
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Presión fiscal (ingresos tributarios+cotizaciones/PIB, 2023) | 37,0% | 40,0% | 40,6% | Media UE y eurozona según datos oficiales; España por debajo |
Tipo general del Impuesto sobre Sociedades | 25% | — | — | España aplica tipos reducidos para microempresas y regímenes específicos |
Mínimo global multinacionales (Pilar Dos) | 15% | 15% | 15% | Para grupos ≥750 millones; activo en España desde 2024 |
Impuesto a la riqueza | Sí (Patrimonio autonómico + Grandes Fortunas estatal ≥3 millones de euros) | Heterogéneo | Heterogéneo | España entre los países que sí gravan riqueza neta |
Lista UE de jurisdicciones no cooperativas | Aplicación plena | Vigente | Vigente | Revisión semestral y medidas defensivas asociadas |
Armonizar más y cerrar huecos
Bruselas empuja a consolidar el mínimo global y a reforzar normas anti-elusión. España seguirá tensando el equilibrio entre competitividad, recaudación y cohesión territorial: el foco estará en cómo evoluciona el gravamen a grandes fortunas, el rendimiento del Pilar Dos y las posibles medidas verdes y digitales que completen el cuadro.
La ventana de reforma se juega, sobre todo, en la ejecución y en la capacidad para ensanchar bases imponibles sin ahogar inversión ni empleo.