¿Cómo son las leyes electorales en Europa?

Sistema electoral

¿Cómo son las leyes electorales en Europa?

Alemania, Francia, Italia tienen sistemas electorales diferentes al que emplea España.

Cartel de Emmanuel Macron, presidente de Francia

A colación de la reunión que han mantenido este jueves Podemos y Ciudadanos con el objetivo de modificar la ley electoral española, Europa Press ha analizado los diferentes sistemas electorales que imperan en estos momentos en Europa.

Según la agencia de noticias, existen tres grandes grupos de sistemas electorales en el mundo: los sistemas mayoritarios en los que el ganador de una circunscripción gana su representación; los sistemas proporcionales, que funcionan con una única circunscripción; y los sistemas mixtos, que mezclan elementos de ambos modelos.

En Alemania se emplea el método Sainte-Laguë, que asigna escaños “de manera similar a la Ley D’Hondt, es decir, divide el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos con los que cuenta cada circunscripción, pero en este caso sólo utiliza como divisores los número impares (1, 3, 5…)”, describe Europa Press.

En Francia, por ejemplo, tiene un sistema electoral uninominal mayoritario a dos vueltas, en el que sólo el candidato que tenga con mayoría absoluta en la primera vuelta se libra de confrontarse de nuevo en una segunda vuelta. Lo normal suele ser un enfrentamiento a dos en la segunda vuelta.

El sistema uninominal mayoritario se utiliza también en otros sistemas parlamentarios como el Reino Unido o Canadá (para elegir los miembros del parlamento) y en sistemas presidencialistas como Estados Unidos (para los miembros de la cámara de representantes).

En cuanto a la asamblea nacional, la elección de los 577 diputados se hace a través de un sistema uninominal mayoritario a dos vueltas. En este caso, el país se divide en 577 circunscripciones de las que saldrá un solo diputado por cada una.

El estudio de Europa Press también plantea otra alternativa: el sistema de cuotas o cociente Haré, “que resulta de dividir el número de votos válidos en cada circunscripción entre el número de escaños en juego. Si el recuento de las pasadas elecciones hubiera seguido esta fórmula, el PP habría vencido con 127 escaños, diez menos que con la ley D’Hondt”.

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