“Hay que votar a Ciudadanos para que Iceta no haga un tercer tripartito”, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, a 12 de noviembre de 2017. “Nosotros nos comprometemos a investir al candidato de la lista constitucional más votada. El PP también. ¿El PSC?” asegura una de las cabezas pensantes de Ciudadanos, Fernando de Páramo, horas después de que Rivera propusiera en TVE un gobierno de coalición entre ellos, el PP y el PSC. Un tripartito.
Sin embargo, el tripartito solo parece preocupante si lo conforman ERC, Podemos y PSC, reeditando los gobiernos catalanes de Pasqual Maragall y José Montilla entre 2003 y 2010. La idea de un tripartito que evoque a aquellos tiempos resulta preocupante para la formación naranja.
📽 @Albert_Rivera «Somos distintos, pero los constitucionalistas podríamos formar un gobierno excepcional ante una situación excepcional» pic.twitter.com/yuICyc2Psn
— Ciudadanos (@CiudadanosCs) 16 de noviembre de 2017
Tanto Rivera como Inés Arrimadas saben que sus posibilidades de expansión pasan por ‘robar’ votos socialistas que puedan estar timoratos de que Miquel Iceta desarrolle mayor complicidad con ERC. Esa es la razón por la que los representantes naranjas han aumentado su efusividad contra el socialista en los últimos días, tildándole de “traidor” al recordar los tiempos en los que apoyó el tripartito.
Para evitar aquel tripartito, asegura Ciudadanos, qué mejor que otro tripartito. Esta vez entre el PP, PSC y la formación naranja.
Una postura que recuerda a los tiempos entre elecciones en los que cabía la posibilidad de que Pedro Sánchez fuera investido con el apoyo de Podemos, ERC y PNV. Aquel era un “gobierno Frankstein” – cuando solo se trataba de la investidura – para muchos representantes de PP y Ciudadanos, basándose en la multipolaridad de partidos.
Sin embargo, la suma que invistió a Mariano Rajoy también necesitó la colaboración de cuatro partidos. PP, Ciudadanos, Coalición Canaria y PSOE.
