“La ley de reducción de jornada no solo reconoce el derecho al descanso y a la conciliación de la vida personal y laboral, sino que impulsa un reparto más justo del tiempo de trabajo y de los beneficios generados”, destacan los sindicatos en una nota conjunta.
Además, continúan, “refuerza el derecho a la desconexión y garantiza la implantación de un registro eficaz y veraz de la jornada laboral, combatiendo de una vez por todas las horas extraordinarias que no se pagan, no se cotizan y no se declaran”.
Para estas dos organizaciones sindicales el “retraso no justificado” del trámite de la ley está teniendo “efectos directos” en el mundo del trabajo, “privando de un derecho a la mayoría de las personas trabajadoras y sobre todo a las más vulnerables que sufren la precariedad de largas jornadas no retribuidas y contratos a tiempo parcial involuntario, afectando más intensamente a las mujeres”.
“La incertidumbre”, aseguran, “también está bloqueando las mesas de negociación colectiva, donde muchas patronales se escudan en la falta de claridad legislativa para frenar avances”. Un bloqueo, alertan desde CCOO y UGT, que “puede desembocar en un otoño especialmente conflictivo en términos laborales”.
Ante esto, exigen que “con urgencia que se reanude de forma inmediata la tramitación parlamentaria de esta ley” y reclaman también la retirada de las enmiendas a la totalidad presentadas por algunos grupos parlamentarios, que impiden el debate democrático de una norma de profundo calado social”.
Junto a esto, los dos sindicatos continuarán “impulsando un proceso sostenido de movilización social”. Este 16 de julio se concentran en Barcelona y el 22 de julio en Madrid, “con una gran asamblea sindical unitaria”.