China y la UE refuerzan su acercamiento político frente a un mundo inestable: “Somos socios, no oponentes”

Guerra Comercial

China y la UE refuerzan su acercamiento político frente a un mundo inestable: “Somos socios, no oponentes”

Wang Yi insta a priorizar la cooperación frente al conflicto geopolítico y advierte a Bruselas sobre Taiwán mientras se posponen las represalias comerciales.

Banderas de China y la UE
Banderas de China y la UE
En una reunión celebrada en Pekín, el canciller chino Wang Yi afirmó que China y la UE deben centrarse en la cooperación y no en la confrontación, en un momento de tensiones globales y mientras ambas partes intentan rebajar los roces surgidos tras la guerra comercial impulsada por Donald Trump.. Las relaciones entre China y la Unión Europea atraviesan un periodo de reajuste en medio de las turbulencias del orden mundial. En un gesto de distensión, Pekín y Bruselas se comprometen a estrechar lazos diplomáticos y económicos. La visita de diplomáticos europeos a China consolida este giro, marcado por un discurso conciliador del canciller Wang Yi, quien subrayó la necesidad de fortalecer el multilateralismo y evitar el uso de la fuerza, con un mensaje claro sobre Taiwán y el papel global de la UE. Pekín insiste en que China y la UE deben cooperar, no enfrentarse Durante el encuentro, Wang Yi dejó claro que China y la UE “no tienen conflictos de intereses fundamentales” y defendió que ambas potencias deben ser una fuente de “estabilidad y certidumbre” en un mundo que calificó de caótico. El canciller chino remarcó que el multilateralismo debe ser la base de las relaciones internacionales, frente a la “intimidación unilateral” que ha dañado el orden global de las últimas décadas. “China defiende firmemente el sistema internacional con la ONU como núcleo”, subrayó Wang, alineándose con un mensaje que busca proyectar una imagen de respeto al derecho internacional Advertencia sobre Taiwán y el papel estratégico de la UE En el plano geopolítico, Wang Yi aprovechó el encuentro para recordar a Bruselas que la reunificación con Taiwán es una prioridad histórica para China y pidió a la UE que se oponga “a cualquier tipo de independentismo” en la isla. Mientras tanto, los diplomáticos europeos, según el comunicado oficial chino, expresaron su voluntad de trabajar conjuntamente con Pekín en “retos globales compartidos”, con el objetivo de proteger el multilateralismo y promover la seguridad internacional. Relaciones comerciales marcadas por la contención y los intereses mutuos El diálogo se enmarca en un contexto de acercamiento comercial entre Pekín y Bruselas tras las tensiones generadas por la guerra comercial lanzada por Donald Trump. A pesar de los conflictos arancelarios, ambas partes han decidido ralentizar sus investigaciones mutuas por competencia desleal. China anunció este mes que retrasa hasta diciembre la resolución sobre posibles medidas contra las importaciones de carne de cerdo procedentes de la UE. También aplazó hasta julio la decisión sobre los brandis europeos, en respuesta a los aranceles impuestos desde Bruselas a los vehículos eléctricos chinos. La contención recíproca indica un nuevo tono de diálogo entre ambas potencias, que buscan mantener abiertas las vías de cooperación sin renunciar a defender sus intereses Cumbre entre líderes prevista para el próximo mes Ambas partes celebrarán en julio una cumbre de alto nivel en China, lo que apunta a una voluntad política concreta de reforzar los vínculos. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, subrayó recientemente que, aunque existen diferencias importantes, los intereses comunes siguen siendo “fuertes y relevantes”. Este nuevo capítulo entre China y la UE refleja el intento de ambos actores de desempeñar un papel más influyente en la gobernanza global, en un escenario internacional que se aleja cada vez más del eje Washington-Bruselas.

En una reunión celebrada en Pekín, el canciller chino Wang Yi afirmó que China y la UE deben centrarse en la cooperación y no en la confrontación, en un momento de tensiones globales y mientras ambas partes intentan rebajar los roces surgidos tras la guerra comercial impulsada por Donald Trump.

Las relaciones entre China y la Unión Europea atraviesan un periodo de reajuste en medio de las turbulencias del orden mundial. En un gesto de distensión, Pekín y Bruselas se comprometen a estrechar lazos diplomáticos y económicos. La visita de diplomáticos europeos a China consolida este giro, marcado por un discurso conciliador del canciller Wang Yi, quien subrayó la necesidad de fortalecer el multilateralismo y evitar el uso de la fuerza, con un mensaje claro sobre Taiwán y el papel global de la UE.

Pekín insiste en que China y la UE deben cooperar, no enfrentarse

Durante el encuentro, Wang Yi dejó claro que China y la UE “no tienen conflictos de intereses fundamentales” y defendió que ambas potencias deben ser una fuente de “estabilidad y certidumbre” en un mundo que calificó de caótico.

El canciller chino remarcó que el multilateralismo debe ser la base de las relaciones internacionales, frente a la “intimidación unilateral” que ha dañado el orden global de las últimas décadas.

“China defiende firmemente el sistema internacional con la ONU como núcleo”, subrayó Wang, alineándose con un mensaje que busca proyectar una imagen de respeto al derecho internacional

Advertencia sobre Taiwán y el papel estratégico de la UE

En el plano geopolítico, Wang Yi aprovechó el encuentro para recordar a Bruselas que la reunificación con Taiwán es una prioridad histórica para China y pidió a la UE que se oponga “a cualquier tipo de independentismo” en la isla.

Mientras tanto, los diplomáticos europeos, según el comunicado oficial chino, expresaron su voluntad de trabajar conjuntamente con Pekín en “retos globales compartidos”, con el objetivo de proteger el multilateralismo y promover la seguridad internacional.

Relaciones comerciales marcadas por la contención y los intereses mutuos

El diálogo se enmarca en un contexto de acercamiento comercial entre Pekín y Bruselas tras las tensiones generadas por la guerra comercial lanzada por Donald Trump. A pesar de los conflictos arancelarios, ambas partes han decidido ralentizar sus investigaciones mutuas por competencia desleal.

China anunció este mes que retrasa hasta diciembre la resolución sobre posibles medidas contra las importaciones de carne de cerdo procedentes de la UE. También aplazó hasta julio la decisión sobre los brandis europeos, en respuesta a los aranceles impuestos desde Bruselas a los vehículos eléctricos chinos.

La contención recíproca indica un nuevo tono de diálogo entre ambas potencias, que buscan mantener abiertas las vías de cooperación sin renunciar a defender sus intereses

Cumbre entre líderes prevista para el próximo mes

Ambas partes celebrarán en julio una cumbre de alto nivel en China, lo que apunta a una voluntad política concreta de reforzar los vínculos. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, subrayó recientemente que, aunque existen diferencias importantes, los intereses comunes siguen siendo “fuertes y relevantes”.

Este nuevo capítulo entre China y la UE refleja el intento de ambos actores de desempeñar un papel más influyente en la gobernanza global, en un escenario internacional que se aleja cada vez más del eje Washington-Bruselas.

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