Connolly, abogada de 68 años y exalcaldesa de Galway, ha prometido ser la presidenta de todos los irlandeses, incluidos quienes no la votaron. En su primer discurso, defendió la importancia de la neutralidad irlandesa y la participación democrática.
La nueva presidenta llamó a construir “una república que valore y defienda la diversidad, que fomente la confianza en nuestra identidad y en nuestra gente”.
Connolly asume el cargo con el compromiso de representar la voz ciudadana frente a una política cada vez más desconectada
Connolly sucede al poeta Michael D. Higgins, quien finaliza su segundo y último mandato tras catorce años en el cargo.
Resultados oficiales y batacazo de la coalición
| Candidato | Partido o afiliación | % votos de primera preferencia |
|---|---|---|
| Catherine Connolly | Independiente (apoyada por Sinn Féin) | 63,3% |
| Heather Humphreys | Fine Gael – Fianna Fáil | 29,5% |
| Jim Gavin | Fianna Fáil (retirado) | 7,2% |
La exministra Heather Humphreys reconoció su derrota y felicitó públicamente a Connolly. Agradeció a su familia y denunció los ataques sectarios recibidos por sus orígenes protestantes, en un gesto que ha abierto debate sobre la convivencia religiosa en el país.
La elevada cifra de votos nulos —13,2%— refleja un descontento ciudadano sin precedentes desde 2018
El candidato conservador Jim Gavin, que había retirado su postulación días antes para apoyar a Humphreys, obtuvo aun así un 7,2% de los votos.
La izquierda gana terreno
El apoyo del Sinn Féin, principal partido nacionalista de izquierda, resultó decisivo en la victoria. Su líder, Mary Lou McDonald, destacó que el respaldo llegó “en el momento justo”, consolidando a Connolly como figura de consenso progresista.
El primer ministro, Micheál Martin, también reconoció su triunfo y expresó su voluntad de colaboración institucional, especialmente de cara a la presidencia irlandesa de la Unión Europea en 2026.
Connolly, crítica con la OTAN y con la política militar europea, ha calificado los ataques de Israel en Gaza como un “genocidio” y ha anunciado su intención de visitar Palestina como muestra de apoyo. Estas posturas han generado debate, pero también le han granjeado simpatías entre votantes jóvenes y sectores pacifistas.
Connolly plantea un perfil presidencial más activo y moralmente visible que sus predecesores
Un país dividido, pero en transformación
Los votos nulos, que superaron el 13%, incluyeron mensajes de protesta y amenazas, según denunció la líder laborista Ivana Bacik, quien pidió analizar “por qué tantos ciudadanos se sienten no representados”.
La participación, de apenas el 45,2%, fue la segunda más baja de la historia, y evidencia una brecha creciente entre clase política y ciudadanía. Connolly afrontará el reto de cerrar esa distancia desde un cargo con peso simbólico, pero con gran influencia moral y mediática.
Su toma de posesión está prevista para el 11 de noviembre de 2025, cuando se convertirá en la tercera mujer en ocupar la jefatura del Estado irlandés, tras Mary Robinson y Mary McAleese.
El triunfo de Catherine Connolly marca el inicio de una etapa política que combina reivindicación social, neutralidad internacional y renovación democrática. Irlanda, que durante décadas alternó entre los dos grandes partidos conservadores, apuesta ahora por una voz independiente capaz de representar el pulso de una sociedad cambiante.









