“Carmena tiene que ser valiente y declarar a Madrid Salud como un servicio esencial aunque el PP pleitee”

Ayuntamiento de Madrid

“Carmena tiene que ser valiente y declarar a Madrid Salud como un servicio esencial aunque el PP pleitee”

Una trabajadora del servicio municipal lamenta a ElBoletín.com el problema que tiene Madrid Salud y la falta de acción del Ayuntamiento.

    Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid con Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

    ‘Más vale prevenir que curar’ es un refrán que en temas de salud toma más fuerza que nunca. Y más para Madrid Salud, cuya función fundamental pasa por la prevención para fomentar el “bienestar en la comunidad”. “Ayudamos a que la gente se empodere a la hora de decidir por su salud”, explica una trabajadora del organismo municipal y afiliada de MATS. Sin embargo, el servicio dependiente del Ayuntamiento de Madrid continúa en sus horas más bajas desde que el Partido Popular de Ana Botella decidió fijarlo como objetivo. La llegada de Manuela Carmena supuso un “respiro hondo” para la plantilla, pero los problemas siguen muy presentes.

    Rosa García –nombre ficticio para preservar el anonimato de la trabajadora de Madrid Salud- relata a ElBoletín.com cómo el organismo tiene una serie de déficits importantes que el Ayuntamiento de Madrid no puede pasar por alto. Cuando quedan cerca de dos años para las próximas elecciones municipales, valentía es lo que García echa en falta. Nunca es tarde, pero el camino es largo. Y la decepción con Ahora Madrid existe entre la plantilla, tal y como ha palpado la profesional. “La gente empezó a coger aliento, pero todo continúa igual, seguimos sin refuerzos”, lamenta.

    Y es que Madrid Salud tiene que combatir contra viento y marea. A la falta de personal, se le suma el envejecimiento de la plantilla. El fantasma de Cristóbal Montoro, según alegan desde el Ayuntamiento de Madrid, alarga la agonía. Por ello, como expone García, un sentir ha ido reproduciéndose entre los trabajadores: “Mucha gente ya ha tirado la toalla”. Pero aún quedan muchos profesionales que no se resignan a dar por perdido el servicio. “Muchos creemos en esto; trabajamos más allá de nuestro horario; si hay que ir un sábado, vamos; en mi centro hacemos lo imposible para cubrir las necesidades de salud que genera la comunidad aún cuando supone un coste personal”.

    El golpe de la (no) externalización

    No obstante, si los trabajadores están dispuestos a continuar con este servicio fundamental para una ciudad moderna, la parte política es la que sigue teniendo la llave. García reconoce un cambio de actitud con Carmena y un apoyo en las iniciativas que se presentan. Es más, el rectificado en la externalización de tres servicios de Madrid Salud habría sido algo “imposible con el PP”. Pero no es suficiente: la necesidad de potenciar la plantilla es el caballo de batalla.

    Y ahí aparece la Ley Montoro. Desde el Consistorio se ha afirmado que las restricciones que salen desde Hacienda imposibilitan dar un paso al frente en este sentido. Algo que entiende García, pero a la que encuentra una solución: coraje. De hecho, Madrid Salud ya ha dado muestras de conseguir ‘regatear’ al ministro popular: a través de la contratación ‘temporal’ para miniproyectos. “Si contratan así, ¿por qué no a 200 personas?”, se pregunta la trabajadora en declaraciones a este medio.

    Una regla de frenar la contratación pública que ha llevado, según argumentaron desde Ahora Madrid, a proceder a externalizar una serie de servicios de Madrid Salud. Finalmente, la presión hizo reflexionar al Gobierno de Carmena. Unos contratos que para García no tenían sentido y que “duelen”: “Cuando nos comunicaron en la tercera jornada que se iban a sacar estos servicios, era como si nos hubieran congelado. Se iba a gastar un dineral en una externalización que contenía diversos proyectos pilotos con el que no cubres prácticamente nada”. “Da la sensación de no querer arreglar Madrid Salud y por eso los sacan [los contratos]. Tiran la toalla y a ver si así se muere el servicio”, reprocha y más al ver que los pliegos hablaban de ceder el trabajo a una empresa privada durante dos años (con posibilidad de prórroga) lo que era “una sentencia de muerte” para el organismo al ver el envejecimiento de los profesionales. «En dos años hemos desaparecido y esto jamás vuelve a ser público», advierte.

    Aun así, todo hace indicar que se trata de una falsa alarma y que la paralización de estos contratos es “firme, según manifestó Javier Barbero, delegado de Salud del Ayuntamiento de Madrid, a ElBoletín.com. A pesar de ello, algunas prácticas que va tomando Madrid Salud chirrían a Rosa García: “Están haciendo muchos contratos menores; no me gusta lo que estoy viendo”.

    La lucha en los CMS y la que debe emprender Ahora Madrid

    A la falta de personal (“nos hacen falta educadores sociales”, entre otros) se le suma en algunos centros la ausencia de material que obliga a los trabajadores a poner dinero incluso de su bolsillo para poder trabajar correctamente. “Pues cuando vemos que se van a gastar ese dineral en la externalización pues duele”, confiesa García. Mientras, en los CMS ya se ha dado pie hasta a la autoorganización para sacar adelante el proyecto.

    Por todo ello, este último (no) golpe a Madrid Salud con el intento de privatización es una gota más en un vaso tambaleante. “Se celebraron tres días de jornadas y hasta la última, cuando ya estaban sacados los pliegos, no nos lo comunicaron. Además allí estaba la mitad de la mitad de la plantilla al haberse celebrado en jornada laboral y no poder abandonar el puesto de trabajo y la mayoría eran jefes aplaudiendo a jefes”, expone García. Un mal trago que se podría haber evitado con la palabra clave de este texto.

    Se necesita ser valiente en decisiones que van a contracorriente. Por ejemplo, declarar a Madrid Salud como un servicio esencial aunque el PP te pleitee. Tenemos el apoyo moral de Ahora Madrid, pero necesitamos más. Han sacado hasta unos contratos que contrarian su programa electoral porque están convencidos de que Madrid Salud es un servicio público, pero tienen que ser valientes”, termina de reflexionar Rosa García a ElBoletín.com. Un mensaje que tiene un destinatario: Manuela Carmena.

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